DIARIO CÓRDOBA/OPINIÓN
Isabel Agüera
Difícil, pequeño mío,
expresar en estas breves líneas tan profundos y variados sentimientos como los
que me violentan esta mañana cuando te veo caminando cargado de libros hacia el
instituto. Sí, ¡claro que he llorado!, pero de rabia, de impotencia y hasta de
miedo porque, ¿dónde vas con tus doce años recién cumplidos, cargado, que
caminabas encorvado, con unas mochila sobre tus débiles espaldas que pesa más
que tú? ¿Dónde vas, camino de un instituto que te viene demasiado grande para
tus pocos años? Rabia e impotencia y no porque hayas crecido, sino porque,
nervioso, aturdido, reflexivo irás y vendrás entre tu grupo de compañeros, tan
nerviosos y aturdidos como tú, a un escenario, cuya pasarela no debería ser
todavía tu destino porque, a pesar de tus rabietas, tus aparentes precocidades
de adolescente, no eres más que un niño, un pequeño que, abrumado por tantas
responsabilidades, vas perdiendo tu espontaneidad y perenne sonrisa. Rabia e
impotencia, sí, porque no somos capaces de inventar una enseñanza más acorde
con tus gustos, intereses, con tu edad, una enseñanza más creativa e
ilusionante y porque no somos capaces de crear un mundo mejor donde te sientas
seguro y puedas crecer siendo tú sin tener que ceder jamás ante el miedo o la
intimidación por parte de los gigantes que acecharán tu bondad e ingenuidad
para hacerte su presa. En esta mañana, con todo a punto para tu asistencia a
ese centro donde, como casi adulto, te tratarán y evaluarán, quiero decirte
algo: la vida es para todos una gran aventura, y tú has comenzado ya a
protagonizar la tuya. Demasiado pronto, sí, pero trata de rotular a tu manera
palabras que no dejen en blanco ni una sola página de tu existencia: ilusión,
trabajo y amor.
¡Venga, mi niño, y adelante! Como las gaviotas que veíamos este
verano, no te ahogarás en la tempestad, porque tienes alas y podrás remontarlas
siempre. Y entre tanto, tu abuela, como hizo desde el primer día de su
magisterio, te promete seguir luchando por un cambio radical en el que se
priorice lograr una enseñanza más humanizada y creativa.
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