Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

26 may 2021

Pescador


 

Diario Córdoba/opinión. Ilegales a nado

 Diario Cordoba / Opinión

Ilegales a nado

Isabel Agüera
Parafraseando un proverbio de la Biblia, digo: hay tres cosas que no logro comprender, y una cuarta que ignoro por completo: el vuelo del águila en el cielo; el camino de la culebra sobre las piedras, el rumbo de los barcos en el mar, la insensatez  del hombre, cuando  con toda  frivolidad califica de  ilegales a seres humanos. Sí, imágenes estos días en la tele   han desplazado para otra ocasión mis espléndidas reflexiones sobre el espíritu de solidaridad, obligado tema tan de actualidad. Y un ininterrumpido  chorreo de lágrimas es casi la única forma que tengo de expresar mis sentimientos que intento traducir en palabras. Cientos de seres humanos, llegados a nado, en negras y odiosas pateras, embaucados por siniestras mafias, escondidos en aciagos agujeros, exhaustos de caminos,  con miradas de sorpresa, súplica, incomprensión... Imágenes las de estos días que se graban en el alma y se traducen en interrogantes: ¿se puede hablar de seres humanos ilegales? ¿Acaso el lugar de nuestro nacimiento en una tierra de todos, nos confiere el título de legales..?  Unas palabras de san Agustín me salen al paso de mis   reflexiones: en lo necesario, unidad; en la duda, libertad, y en todo, comprensión,  y amor -añado yo-, porque en medio de tan espeluznante espectáculo,  no  queda otra. Todas las razones, las respeto, y entiendo que en una “casa” no caben diez familias y quiero comprender el rechazo y la urgencia de hacerlos regresar pero algo me dice que si el derecho a ser persona, ser humano, es cuestión de país, de papeles, yo no quiero tampoco tenerlos: prefiero, como esos pobres niños, ser peregrina en busca de un mundo, que tal vez no exista, donde negros, blancos,  amarillos..  compartamos el maná  que  hoy llueve sólo para unos pocos afortunados por haber nacido en un aquí y en un ahora. Perdone el lector éstas tal vez utópicos deseos, pero no sé otra forma de comunicar mis sentimientos. “Porque tuve hambre y me diste de comer, porque tuve sed...” Mirémoslos a la cara y descubramos que son seres humanos, igualitos a nosotros.

24 may 2021

 Diario  Córdoba / Opinión

ILEGALES A NADO

ISABEL AGÜERA  

Parafraseando un proverbio de la Biblia, digo: hay tres cosas que no logro comprender, y una cuarta que ignoro por completo: el vuelo del águila en el cielo; el camino de la culebra sobre las piedras, el rumbo de los barcos en el mar, la insensatez  del hombre, cuando  con toda  frivolidad califica de  ilegales a seres humanos. Sí, imágenes estos días en la tele   han desplazado para otra ocasión mis espléndidas reflexiones sobre el espíritu de solidaridad, obligado tema tan de actualidad. Y un ininterrumpido  chorreo de lágrimas es casi la única forma que tengo de expresar mis sentimientos que intento traducir en palabras. Cientos de seres humanos, llegados a nado, en negras y odiosas pateras, embaucados por siniestras mafias, escondidos en aciagos agujeros, exhaustos de caminos,  con miradas de sorpresa, súplica, incomprensión... Imágenes las de estos días que se graban en el alma y se traducen en interrogantes: ¿se puede hablar de seres humanos ilegales? ¿Acaso el lugar de nuestro nacimiento en una tierra de todos, nos confiere el título de legales..?  Unas palabras de san Agustín me salen al paso de mis   reflexiones: en lo necesario, unidad; en la duda, libertad, y en todo, comprensión,  y amor -añado yo-, porque en medio de tan espeluznante espectáculo,  no  queda otra. Todas las razones, las respeto, y entiendo que en una “casa” no caben diez familias y quiero comprender el rechazo y la urgencia de hacerlos regresar pero algo me dice que si el derecho a ser persona, ser humano, es cuestión de país, de papeles, yo no quiero tampoco tenerlos: prefiero, como esos pobres niños, ser peregrina en busca de un mundo, que tal vez no exista, donde negros, blancos,  amarillos..  compartamos el maná  que  hoy llueve sólo para unos pocos afortunados por haber nacido en un aquí y en un ahora. Perdone el lector éstas tal vez utópicos deseos, pero no sé otra forma de comunicar mis sentimientos. “Porque tuve hambre y me diste de comer, porque tuve sed...” Mirémoslos a la cara y descubramos que son seres humanos, igualitos a nosotros.