Recordando otro ocho de marzo
Queridos amigos y amigas: Hoy Día
de la Mujer trabajadora quiero dedicar mi mejor recuerdo a todas aquellas
mujeres de la posguerra que, de sol a sol, trabajaban, bien en casas como
sirvientas, bien en sus propios hogares, bien en el campo. Ellas merecen el
mejor homenaje.
También a las que hoy día son víctimas de maltratos, así como a
todas, en general.
Para ello les dedico y os dedico, una divertida "historieta
de mi obra, editada por CCS, La Mujer de Papel"
EL ÁNGEL
SIN TRABAJO
En un libro muy antiguo la siguiente historia
leí y, de tanta risa que me dio, se me hinchó la nariz. Cuenta la curiosa
historia que andaba Dios de buen humor, paseando por el cielo, cuando vio que
un ángel
Te propongo algo –dijo Dios-, ángel llorón
y desgraciado! ¿Quieres de verdad
trabajar?
¡Sí, sí; ya lo creo! Yo quiero trabajar y ser
útil a los demás. Pues, a la tierra bajarás, -dijo Dios-, y allí harás de
mujer. Tendrás marido, hijos, hogar... y ¡trabajo, mucho trabajo, no te ha de
faltar! ¡Bien, bien...! Seré una buena mujer, que cualquier cosa prefiero,
antes que ser estampita de papel.
Y de un soplo, Dios a la tierra lo mandó, con
delantar, fregona, cesta de la compra, con marido, con hijos, con un bello
hogar...
¡Esto es coser y cantar! –exclamó el ángel-.
¡Venga ángel! -se decía- ¡A trabajar, a trabajar..!
Y Dios desde el cielo lo observaba y moviendo
la cabeza repetía: Te espero al final del día, y ya me dirás si es mejor ser
mujer o dibujito de un papel. Y llegó, al fin la noche de aquel dichoso día,
pero el ángel medio muerto, a Dios cuentas pedía: Yo te pedí trabajo, yo no
quería estar parado, yo no quería ser estampa de papel, pero... ¡vaya bromita
la de ser mujer!
Y Dios, que andaba de buen humor, le propuso
otra cuestión: ¿Quieres acaso volver de varón..? ¡Sí, sí..! ¡Y te prometo no
regresar, que lo de ser varón, ¡parece que me va más!
Y echándose Dios a reír, le dijo: ¡Ahí te
quería pillar, ángel machista y comodón! Volverás a la tierra de varón, pero
harás justicia a la mujer porque, de lo contrario, no sólo serás dibujo de un papel, sino que pegado para siempre
quedarás en la pared, y si es poco el castigo, te mandaré un “gorrino” para que
duerma contigo.
Y así acabó la historia del ángel sin trabajo y
sin destino que probó a ser mujer y del miedo que pasó, hasta se le helaron los
pies, pero aprendió la lección: iguales deben ser mujer y varón.
Museo de Creatividad
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