Esta preciosa tórtola arrulló mis pasos durante más de treinta años.
Cuando murió la enterré en una maceta de albahaca
que florece cada primavera.
Queridos amigos y amigas: de una de mis obras transcribo y os dedico unas reflexiones.
Seamos felices en la medida que podamos y sobre todo, hagamos felices a los demás.
Besos.
El curso de la
historia no se cambia a base de cambiar nombres a las calles y plazas, a base
de perder o ganar costumbres
tradiciones, etc. sino a base de limar injusticias, equilibrar balanzas y con
manos firmes, tomar el pulso a nuestra vida para comprobar si nos hemos
contagiado de alguna “arritmia”.
Un día entoné una
nueva canción. ¡Lágrimas de sangre derramé!, pero era preciso que en ellas
arrojará lo manido de mi espíritu y diera paso al
nuevo dios, al nuevo mundo que, con urgencia, llamaba a mi puerta. De par en par,
las abrí, y hoy, con las aguas de un nuevo bautismo, puedo reconocer sus pasos
por muy espesa que sea la multitud, y en ellos una exigencia: seguir caminando
por la senda que marca el rumbo de una historia que precisa de humildes, pero
constantes reivindicaciones.
Somos criaturas en cuyas miradas asoma el
alba; somos corazón y vida por donde fluye el maravilloso ocaso de cada
atardecer. Somos himno que entona sueños, mientras tejemos el sutil relámpago
que cruza el cielo y lo ilumina en blanca vorágine de altura. Somos belleza y
amor. Somos, y ahí radica el milagro, solitario bosque de felicidad. Despejad
horizontes y veréis que al final del camino sólo existe una verdad: el amor
vivido.
Los valores que admira el
necio tan sólo son efímero deslumbrón de una estrella fugaz que
se apaga en la tierra.
Pero la belleza, los valores que
admira el sabio son universal armonía de
la que sólo se percibe una suave brisa que deja al descubierto el corazón
palpitante del hombre.
Las águilas vuelan solas, y la
majestad de sus alas son, bien, causa de alarma o, simplemente, de admiración.
Depende del ojo que las contemple. Pero es hermoso no ser pavesa a merced del
viento, sino vuelo firme y vigorosa que se dibuja portando la antorcha ardiente
de la libertad que procede del divino
Creador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario