¡Mamá!
Feliz día, amigos y amigas: os deseo a todos y
de corazón felicito a todas las madres por ser hadas del amor a los hijos. El filósofo francés
Ernest Bersot dice: Muchas maravillas hay en el universo; pero la obra maestra
de la creación es el corazón materno.
Hoy, tan solo una
muy breve anécdota de mis muchas fantasías.
Bueno, pues, mi primer pensamiento
al abrir los ojos fue para mi madre, aquella gran señora de jazmines y
violetas, de rosarios, pañuelitos de seda, lecturas, caridad, mala salud y
nueve hijos.
Al salir al salón a
oscuras, un resplandor entraba por los cristaleras, como si un gran foco de luz luciese por mi Avenida. Cogí el móvil
y corrí a la terraza. Sí, era un maravilloso amanecer.
Con esa magia del cielo
y el fresco de la hora sentí un inenarrable bienestar. al tiempo que una palabra
salía, literalmente, de mis labios: mamá.
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