DIARIO CÓRDOBA / OPINIÓN
En el dos mil catorce escribí un artículo
que titulé Banco de Medicamentos. No sé si los lectores lo recordarán, pero la
verdad es que no hace falta memoria, dado que el tema sigue siendo actualidad y
en estos días agudizado por declaraciones nefastas desde el punto de vista
político y humano: subir el copago de medicamentos a los pensionistas que
cobren de dieciocho a cien mil euros, pero ¿cobrar dieciocho o veinte mil euros
es equiparable a cobrar cien mil? Es que el jubilado, que cobra, por ejemplo,
mil quinientos euros, que se considera mucho y objeto, por consiguiente, de más
impuestos y subidas, además de los medicamentos, que con los años son más y
más, también come, paga impuestos, tiene, si puede, luz, agua, comunidad, ayuda
a la familia en muchos casos, etc.
La miseria que se cobra por la jubilación
parece ser una limosna y se olvida que es la cotización de toda una vida de
trabajos y privaciones, de malos tiempos vividos en edad laboral, cuando España
se recuperaba de una guerra y de una dictadura. Sinceramente siento
indignación, vergüenza, como ser humano que deseo ser ante todo, de que sucedan
estas cosas. ¿Cómo es posible que tanto dinero se tire o como mínimo, se gaste
en mil proyectos innecesarios y no se le pueda recetar gratis a un jubilado,
enfermo, el medicamento que precisa? ¿Con lo que cobra se pueden cubrir gastos
mínimamente básicos? ¡Si solo la luz, el IVA, hasta por respirar, el agua, la
basura, etc... se llevan más de la mitad de lo que cobra y no de lo que
supuestamente gana!
Le daría esa paga a los gobernantes que me da igual los que
sean, a ver cómo vivían. Los jubilados son tierra de nadie, en la que ni tan
siquiera la enfermedad es tenida en cuenta. No soy política ni me gusta hablar
de política pero es que el tema es de humanidad y ahí no me va a detener nadie
jamás.
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