Amigos, un lunes de mayo
espléndido.
Deseo que cada día de esta semana, nos haga
crecer en esa mágica estatura que es el dar y recibir.
Os transcribo unos pensamientos de una obra que titulo
MOMENTOS y que dedico a mis hijos:
Dale siempre al otro oportunidad de quedar bien, aunque
tengas que adelantarte improvisando una mejor interpretación.
Si sabes, no lo digas porque te arrinconarán.
Si no sabes, proclámalo y te lloverán
amigos, propuestas, cargos…
Si acaso crees que te olvidan, piensa que lo más
seguro sea una excelente memoria.
A veces pensamos demasiado en la muerte que no tiene remedio
y pensamos demasiado poco en la vida que
sí
lo tiene.
Dónde pongáis vuestros
pasos, procurad crear o mejorar caminos. Un paso puede ser momento que se multiplique por caminantes oerdidos que
lo encuentren.
Sed conscientes de dónde
ponéis vuestros pies no sea que en lugar de grabar una huella, piséis, borréis
la pequeña luz que os marque mejores pasos.
En un momento, un coche
fúnebre. En un momento, repique de campanas. Contrastes de los momentos, vaivén
que es la vida. Vividla en plenitud; también la muerte. Sólo contamos con un
momento en el escenario del mundo. Sed responsables de ello y actuad con la
mayor perfección que os sea posible.
No midáis la vida en años,
ni en horas ni tan siquiera en cuartos de hora, porque la vida es una sucesión
ininterrumpida de momentos. Dadle cuerda a ese único reloj.
A veces contamos con
impaciencia determinadas fechas, días, como si el alcanzarlos fuera nuestro
feliz destino y sucede que como en trampolín nos lazamos a una lejana hora y en
ese impaciente salto nos dejamos atrás momentos de increíble belleza y
felicidad. No, no
piséis tan fuerte el acelerador. Caminad de cara al sol y todo sucederá sin
remedio.
Y no dejéis de mirar al cielo.
Tal vez no encontréis a Dios pero seguro que os preguntaréis
por el autor de tan maravillosa creación
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