DIBUJOS DE MIS ALUMNOS
Amigos: un sencillo y divertido guión para este Día Internacional de la mujer, lo cual para mí, no conlleva arrinconar a los hombres, ya que los hombres demi vida, mi padre, mis hermanos, mis hijos, mis nietos y yernos detectan actitudes machistas y colaboran en igualdad con las mujeres.
DÓNDE ESTARÁN LAS LLAVES"
( De
la obra “La mujer de papel” de la que soy autora)
(Se
formarán tres grupos: Narradores/as, Hombres, Mujeres que leerán de forma
acompasada, rítmica y expresiva)
NARRADORES: (Medio canturreando, al
estilo "Canción de ciego") ¡Pongan atención señores a este viejo
tonto y lelo que, para saber historias, recorrió el mundo enterooo! ¡La
historia que hoy les traigo nos habla de mujeres amordazadas, que por egoísmo de
los hombres, se vieron así esclavizadaaas!
MUJERES: (Gritando a coro ) ¿Dónde
estarán las llaves de estos malditos candados? ¿Dónde estarán los hombres que
así nos han maltratado? ¿Dónde estarán las llaves? ¡Socorrooo! ¡Socorrooo!
¿Quién nos podrá ayudar? ¡Las llaves, las llaves...! ¿Dónde estarán?
NARRADORES: Y,
con sorna y mala fe, a una los hombres cantaron:
HOMBRES:
(Cogidos de la mano, e imitando el juego de "Dónde están las llaves",
van y vienen a las mujeres cantando) En el fondo del mar, matarile-rile- lero
en el fondo del mar, nunca las podréis sacar... ¡Chimpom!
NARRADORES: Las mujeres sorprendidas no sabían qué
pensar. ¿Por qué los hombres echarles llaves y porqué tirarlas al mar?
MUJERES: (Siempre a coro y gritando)
¡Queremos ser libres y no esclavas! ¡Las llaves, las llaves! ¡Que alguien nos
ayude a ser liberadas! ¡Pedimos justicia! Hombres y mujeres en libertad, juntos
podremos "caminar".
HOMBRES: (Repitiendo el juego de ir y venir y
siempre cantando) Esa historia no nos gusta, matarile-rile- lero. Esa historia
no nos gusta, no queremos cocinar... ¡Chimpom!
MUJERES: ¡Somos personas, somos
humanas, y eso quiere decir que podemos hacer lo que nos dé la gana...!
HOMBRES: (Repiten juego y canción)
Esa historia no nos gusta, matarile-rile- lero, esa historia no nos gusta, no
queremos hacer camas... ¡Chimpom!
MUJERES: ¡Te-ne-mos de-re-cho a
e-le-gir!
HOMBRES: (Interrumpiendo) ¡Esa
historia no nos gusta, matarile, rile, lero, esa historia no nos gusta ni la
queremos oír...! ¡Chimpom!
MUJERES: (Cada vez más alteradas)
¡Socorrooo! ¡Socorrooo! ¿Quién nos quiere ayudar? ¿Quién sacará las llaves del
fondo del mar?
HOMBRES: (En tono de burla y siempre cantando y
jugando) ¡Nadie, nadie, mujercitas, nadie os podrá ayudar, que las llaves se
perdieron, se las tragó un calamar¡ Chimpom!
NARRADORES: No obstante, señores,
las mujeres, al saberse abandonadas, se armaron de tal valor que, amordazadas
como estaban, clamaron:
MUJERES: ¡Libertad...! ¡Tirémosnos de cabeza al
mar..! ¡Morir, luchar...! ¡La vida que nos pertenece, nadie nos la podrá
manipular...!
NARRADORES: Y... ¡OH, milagro! que a
este viejo tonto y lelo dejó pasmado: ¡a la orilla llegaron con las llaves en
la mano!
MUJERES: (Muy contentas, con las
llaves en las manos y repitiendo ahora ellas el juego de ir y venir a los
hombres cantando) ¡Ya las hemos encontrado, matarile, rile, lero, ya las hemos
encontrado, materile- rile...ron, ¡chim- pom!
HOMBRES: (Asombrados se interrogaban
unos a otros) ¿Cómo habrá podido suceder? Que las mujeres son valientes, hay
que reconocer. ¡Pidámosle perdón! y que de tal prodigio nos enseñen la lección.
NARRADORES: Y cogiditos de la mano y
con la cabeza gacha y con muy poquita voz, repitieron:
HOMBRES: (Siempre a coro) ¡Perdón, perdón...!
¡Milagro, milagro...! ¿Cómo distéis con la solución...? ¡Perdón, perdón...!
MUJERES: (Cantando
y yendo y viniendo, en juego, a los hombres) ¡Por igual, hombres, mujeres
reciban educación! ¡Cham-pon! ¡Esa es la clave, ésa es la solución!
¡Chim-pom!
NARRADORES: Y,
por melones, un buen capón les propinaron y fue tal el chichón que como loritos
repetían:
HOMBRES: ¡Educación,
educación, e-du-ca-ción, e-du-ca-ción..! !Chim-pom..!
NARRADORES: Y
esta historia, del tiempo de María Castaña, tuvo un final feliz, porque sin
mordazas ni candados, con tan sólo educación, hombres y mujeres aprendieron a
vivir.
(Sería conveniente que
visitaran la página de la que soy autora:
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