Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

27 sept 2018

¡Pobre gato!

  


 Era un día de verano en la playa. 
Como si su caminar fuera un lento y tembloroso expirar, llegó hasta mí, al atardecer, en revuelo de olas, gaviotas y barcos, un pobre gato. Me miró, lo miré y, ¡qué dolor! vi vacío su ojo derecho.
Perpleja no entendía: ¿qué te pasa, hermano gato? Un leve maullido y lo entendí: de una pedrada le habían reventado un ojo. Lo acaricié y remolón y perezoso, sin quejas, sin reproches, moribundo de dolor, se dejó caer sobre mis zapatos.
En mi cabeza preguntas sin respuestas: ¿por qué tanta maldad? ¿por qué tanto odio? ¿cómo es posible que exista el placer de hacer daño? ¿Será que somos ruines monstruos, seres caídos de algún extraño planeta?

 Tarde muy triste que no podré olvidar, tarde para recordar y que para embellecer los momentos, recuerde los versos del estadounidense W. Whitman 
Coged las rosas mientras podáis
veloz el tiempo vuela. 
La misma flor que hoy admiráis, 
mañana estará muerta...

Sí, amigos, acariciemos dolores, seamos ternura y amor, hoy, porque veloz el tiempo pasa, y mañana, tal vez, nos falten manos, pies, nos falte…, pues, eso: vida.

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