Mi
querida niña, Aitana: Por fin llegó el día tan esperado por ti y por toda la familia de tu
Primera Comunión. ¿Y sabes qué sucede? Que esta mujer, que fue maestra de tu
abuela, cuando tenía casi tus mismo años, se siente también emocionada y unida
a toda esa tu gran familia y a ese querido pueblo donde desearía estar
presente, hoy, para colocar mis manos sobre aquel viejo armonio y amenizar tu blanca y solemne entrada en esa parroquia tan querida y recordada.
Eres muy pequeña para entender estas cosas y aún más para entender el gran
significado de este día grande y que no lo es por los regalos que recibas, ni
lo es por tu precioso vestido de princesa, ni tampoco por la gran comida con la
que que vais a celebrar este
acontecimiento, no, preciosa Aitana, es un día grande porque, por la decisión
de tus padres, vas a dar un paso más hacia un compromiso que irás desvelando
con los años. Comulgar significa aceptar, sin reservas, el maravilloso Mandamiento del Amor, aceptarlo, compartirlo,
prodigarlo a favor siempre del pobre, del marginado, del
indefenso…
Sí, querida niña, no olvides lo que hoy esta
maestra te dice desde los más profundos, sinceros y tiernos sentimientos:
iza velas y rema, a favor siempre
del amor y a pesar del viento que sople, contracorriente si fuera necesario,
pero enarbolando en proa la bandera de
la paz, justicia, tolerancia…. la bandera blanca de la comunión con todos y por
todos los seres humanos sean del color que sean y vengan de donde vengan. Así,
sólo así, habrá tenido sentido este gran día en el que radiante, rodeada de lo
más valioso que tienes, tu familia, vas a recibir la Comunión por primera vez.
Rotula este día y su auténtico
significado en tu corazón y no lo
borres nunca: ama siempre ama a todos. Un beso grande, muy grande de aquella
maestra de tu abuela y casi de tu abuelo, grandes y maravillosas personas a las
que quiero de verdad.
¡Ah! Reserva una foto, para cuando puedas,
allí, junto a la palmera que un día
trasplanté de una pequeña maceta, junto a la que fue mi casa. ¡Verás,
verás qué grande está! Ha crecido tanto... Así crecerá la mágica labor de amor en la que hoy vas a dar una
pequeña puntada. Te quiero, mi niña linda
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