Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

30 dic 2013

Cuento para fin de año


Queridos amigos/as: Un sencillo cuento para finalizar el año. Os deseo, para siempre, lo mejor, aunque a veces nos llegue revestido como lo peor. En nuestro interior está la varita mágica que lo tornará de nuestro color favorito y luciremos nuevos. 

(Imagen de Internet, algo retocada por mí)

Un árbol de  hoja caduca fue sembrado en un hermoso jardín. A su alrededor crecían viejos árboles de hoja perenne como el pino, el alibustre, la palmera... Cuando llegó el invierno, el árbol de hoja caduca, ante la expectación de todos, perdió sus hojas. Con sorna y algo de compasión, los demás árboles se dirigían a él: ¡Qué pena nos da de verte -exclamaban- ¿Acaso estás muerto? Tus ramas secas resultan punzantes, viejas, desapacibles. Las nuestras, en cambio, siguen siendo frondosas, verdes...
El árbol de hoja caduca, reservado y silencioso, resistía las heladas y los fuertes vientos, protegido, no obstante, por el cálido rescoldo de la savia que le alimentaba en sus adentros. Cuando llegó la primavera, poco a poco, comenzaron a brotar yemas, hojas, ramas espléndidas que de un verde nuevo parecían izarse al cielo, alargando sus brazos en frescas sombras y refugio de cuántos pajarillos acudían al jardín. Lo árboles de hoja perenne lo miraban y se decían:  ¿Qué milagro es éste? ¿De dónde tal frondosidad y verdor? ¿Acaso ha resucitado de la muerte? ¿Acaso pretende darnos lecciones de hojas y ramas?
El árbol de hoja caduca, adivinando sus pensamientos, y con gran humildad, les dijo: Siento, hermanos, vuestra torpeza al juzgarme en mis aparentes  horas bajas. ¿No veis cómo sale la mariposa del capullo y alza sus vuelos en irisados colores, cuando llega la primavera? Así, durante el invierno, mis hojas viejas me abandonaron, pero mi sangre siguió regando lo más profundo de mi ser. De esta manera cada año, puedo estrenar vida. Yo no sabría qué hacer con las mismas vestiduras que me nacieron el día de mi alumbramiento-

Tampoco yo podría vivir con ropas gastadas, viejas. Por eso quiero empezar este periodo de tiempo que llamamos año, como "bebé recién nacido".

No hay comentarios: