Vivir en poesía

Vivir en poesía no es para mí escribir un poema cuando sopla la musa y pensar en corrientes, autores, editoriales, aplausos.... Etc. Para mí, vivir en poesía es vivir siempre en esa otra cuarta dimensión que nos pone de relieve en cada momento, en cada cosa, por pequeña que sea, la belleza que se oculta tras ellas y que solo es visible para miradas que trascienden y perciben en cada ser humano, en cada hoja que cae, en cada nota musical, en cada gota de lluvia un aliento de universo, que nos llega y se pasa, como exponente de lo infinito y finito, como llamada sutil a la universalidad que somos. Vivir en poesía, para mí, es mirar y ver con ojos de alma el inmenso misterio de la vida, verlo, acariciarlo, y sentir como todo bajo el cielo late al ritmo de un creador que da cuerda al reloj de la existencia y nos cubre con el áurea de invisible belleza. El barrendero, la mujer que delante de mi hace gimnasia, el chico que corre, el barco que pasa, yo que miro, vosotros que estáis ahí, todos a la misma hora, bajo el mismo sol, con lagrimas, con sonrisas, con amores y desamores, todos somos polvo del camino, polvo de estrellas, belleza, poesía. La poesía - dice Tagore- es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos