Queridos amigos y amigas: un poco tiempo
ausente, que no olvidada, vuelvo hoy comenzando por deciros que mi ausencia,
sin que sea necesario dar explicaciones, ha estadoo más que justificada y que
estaré con vosotros siempre que pueda sin aseguraros que lo pueda hacer a
diario por ahora
Bueno, os cuento algo que por una llamada
de teléfono me conmovió ayer. Se trataba
de un antiguo alumno, hoy empresario, casado y con hijos. Me decía: nunca he olvidado algo que nos dijo usted
un día, cuando murió su marido. No recuerdo -le dije-. Pues usted nos dijo
que la vida es un camino que recorrer y que a lo largo encontraríamos terrenos
llanos, verdes, soleados, etc. pero también baches, oscuridades y hasta pozos
en los que podíamos caer, pero que mientras estamos vivos, tenemos que buscar y
agarrarnos para salir a una escala que no falta nunca.
Me quedé perpleja y me atreví a preguntarle: ¿y tú que eras un niño, qué pensabas? Pues
qué usted estaba saliendo del pozo. Muy listo -le dije-. Añadí: ¿y cómo te acuerdas ahora de eso? no lo he
olvidado nunca! pero creo que otra vez está tratando salir de un pozo.
Alucinante la anécdota y
real. Sí, hay que agarrarse fuerte a esa extraña ayuda que nos llega y salir,
aunque, una y otra vez volvamos a caer.
Y no lo digo yo: me lo
recordó un muy querido alumno.
Y mil gracias por
vuestros mensajes y constantes pruebas de cariño. Somos esa “escala” que, sin
saberlo, maneja un Dios para ayudarnos. Mil gracias y mil besos.
Son mis hermanos: son vuestros hermanos
1 comentario:
Me alegro que hayas vuelto a estas paginas.Es cierto que a veces surgen cosas las cuales nos impiden pasar por aquí pero eso a veces no lo podemos evitar. Un abrazo
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