Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

3 ene 2015

Que se muera la guerra. Carta nº 1

QUE SE MUERA LA GUERRA
CARTA Nº 1
¡En menudo lío me encuentro!, y todo por culpa de la guerra, o mejor dicho, por culpa de haberte conocido, porque la verdad es que la guerra y esos temas no me gustan ni en broma. Son así como conversaciones serias de las personas mayores que me aburren y entristecen. Y todo por aquella noche de discoteca y por el amigo de mi amiga que, cuando te vio entrar con tu grupo de amigos, exclamó: ¡Hala..! ¡Los militares que se van a Irac! ¡Pobrecillos! ¡Por nada del mundo quisiera estar dentro de ellos!
Era sábado. Yo estaba allí por casualidad, o mejor dicho porque me gané a mi padre, prometiéndole, eso sí, que, a las doce en punto, ni un minuto después, como en el cuento de Cenicienta, entraría por la puerta de mi casa, agarradita de las manazas del "culturetas" de mi hermano. Sucedió, ¿sabes qué?, pues, eso, que me fijé en ti. Me pareciste mi tipo súper guapo: alto, tatuado, musculoso, bailón, y...¡como no!, un poco tonto como todos lo hombres. Por cierto, ¿cómo te llamas? No me dio tiempo a descubrirlo, porque la primera fatídica campanada de la media noche me sorprendió con sólo una invitación tuya que ni siquiera pude saber bien si iba dirigida a mí: ¿Bailamos, guapa? Y, sin que mediaran más palabras, nos zambullimos en la pista, todo un laberinto de luces y estridencias.
Pero tuve que salir corriendo, y aquellas doce de la noche pusieron en mis labios las palabras más topes que jamás recuerdo haber pronunciado: Bueno, hasta pronto. Que lo pases bien. Me alegro de haberte conocido... Te encogiste de hombros, mientras yo, roja como una amapola, me perdía entre las luces, la música y las exigencias de mi hermano, fiel cumplidor de su promesa de hacerme regresar a casa sana, salva y a la hora en punto.
Después, transcurridos unos veinte días, el amigo de mi amiga, un poco enterado y gracioso él, se nos acercó en el recreo del lnsti, comentando de nuevo y como si nada: el bailón de la disco, el que tanto le gustó a Zora se va a Irac, allá por el Gofo ese, por seis meses, a la guerra y se va ya mismisto.
Y mi amiga, que ya sabía de mi antojo, y que es una chavala legal, exclamó: ya nos lo dijiste. ¿Recuerdas? ¿Y qué..? Más vale ir al Golfo como un valiente que ser un "golfo" como tú. Me quedé en blanco; como si hubieran hablado chino. ¡Menuda soy yo para la Geografía!. En primero de bachiller. y sin haber conseguido aprenderme, en toda la E.G.B los nombres de los ríos, cabos y golfos de España. Imagínate...
Bueno, te llamaré Javi, porque así, más o menos, es como se llaman los "chavales" que me gustan., Y te comentaba, Javi, que de esa historia de Irac, del Golfo y esas cosas, yo no sabía ni palabra, porque, los Telediarios, las Noticias… ¡uf..!, me parecen insoportables. Por eso, al recapacitar en la preocupación de mi amiga, y en los disimulos con su amigo, no tuve más remedio que preguntar: ¿De qué habláis..?. ¿A qué viene nombrar la guerra?
¡Ay, Javi, qué gordas me parecieron aquellas palabras! ¡Y yo que te hacía en un cuartel, con tu uniforme de militar! Guapo, guapo, con tu ropa de color caqui, con tu gorra de borla..."¡pim, pam, pim, pam..!", balanceándose por tu frente, mientras hacías guardias, jurabas bandera o saludabas con gallardía a tus jefes y... ¿por dónde caería ese dichoso Golfo..? Así que, tan pronto como pude, corrí a mi casa en busca de un mapa de carreteras que guarda mi padre en su mesita de noche.
¡Ah, y una cosa! ¿Cómo te gustan las chavalas? Yo en lo primero que me fijo es en la voz, las manos y los ojos. Mi amiga Cloti dice que soy una inocente, que lo primero son otras cosas.
Y termino que son las doce y no he empezado a estudiar. Que se muera la guerra y vuelvas pronto Zora
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La primera dificultad, empezar. Sí porque no la podía iniciar como lo normal en las cartas que escribimos todos: querido/a, etc. Tenía que pensar en algo original. Tampoco el final podía ser el usual. 
Lo siguiente fue repasar párrafo por párrafo ortografía, vocabulario, etc. Hoy me referiré solo a lo que es más frecuente.
Palabras baúles que son aquellas que se usan mucho por su amplio significado. El verbo haber, hacer,  la palabra cosa, etc. por ejemplo se usan casi para todo. Así por ejemplo en lugar de decir: había mucha gente en la plaza, se puede decir: una multitud ocupaba la plaza.
También tuve que consultar sobre el uso de los puntos después de los signos de exclamación e interrogación. Y no, no se ponen puntos porque la exclamación o interrogación equivale al punto. Sí se pueden poner comas, dos putnos, etc. Ejemplo: No he podido salir. ¡Cuánto lo he sentido! Otra vez será.
¡Ah, y otra cosa! Los dichosos dos puntos. Después de ellos se escribe minúscula. Se usa mayúscula cuando se introduce una cita. Por ejemplo: La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar. Thomas Chalmers.
 Os recuerdo que todo es ficción, excepto la anécdota de la cafetería.






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