Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

18 dic 2016

Rosa sin espimas

No era ni refinado, ni culto, ni poderoso. Era, un  trabajador de la construcción, hombre sencillo que, tras larga y penosa  carrera de obstáculos, me esperaba pacientemente, con la sonrisa a flor de gesto, con una mirada penetrante y serena, en lo más alto de la sierra donde habíamos quedadopara  presupuestar una pequeña obra.
 Circunstancias, ajenas a mi voluntad, me retrasé casi dos horas, Llegué angustiada, pidiendo excusas.         
Él, hombre de manos grandes, hechas a trabajos duros, mediando tan sólo una sonrisa, al verme, se apresuró a mi  encuentro, exclamando: no pasa nada, mujer. Aquí se respira bien y me  entretuve en buscarle una rosa: la mejor rosa encontrada. Cójala sin miedo. Le he quitado las espinas.  
Inmensamente agradecida, le correspondí con palabras del poeta sin sonido: la flor que amas no te hará daño, porque en mi ofrenda, no ha lugar el escozor de las espinas.
Burdo,  hecho a duros trabajos, era, no obstante, belleza, ternura, amor materializados en aquella rosa sin espinas Se llamaba Juan. No sabía nada de poesía.


                                  La vida es como una rosa: hermosa, pero con espinas.
                                   Tratemos de quitar aquellas que vayamos a "regalar"

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