Queridos
compañero/s, amigos/as: Tiempo de convivencias familiares, por la calidez del otoño y por
las fiestas que se aproximan que no siempre resultan ser tan positivas como
sería deseable. Y la mayoría de las veces se producen problemas con los
hijos/as por ignorancia pedagógica al tratarlos, si bien creamos que es lo
correcto nuestra forma de actuar.
Creo que, no
obstante, a padres y maestros nos conviene recordar o aprender ciertas cosas
que son transcendentes en la educación y, por consiguiente, en la diaria
convivencia que debemos procurar sea
formativa y placentera.
Son los objetivos
básicos que me propuse en esta obra que
titulé dada la brevedad de textos, como
Recetas Pedagógicas.
Veamos, hoy, solo
algunas.
-No hagas jamás comparaciones entre hermanos, alumnos… Mejor reconocerle a
cada uno sus valores porque de lo contrario los estaremos condenando a que su
futuro sea buscar a con quien
compararse.
-No mandes a un niño/a leer. Mejor
motivarlo primero y leer con él.
-No cortes jamás un programa de tele que vea un niño/a para ver el tuyo.
Mejor pactar un horario y evitar injusticias.
-Si un niño va a contar algo que ya sabemos, no lo
cortemos exclamando: ¡Bueno, eso ya lo sabía yo!
Dejemos y escuchemos que nos lo cuente, porque así sentirá que algo puede
aportarnos.
-Si una
persona, pequeña o mayor, se disculpa con una, mentirijilla, y conocemos
la verdad, no la descubramos. Aceptemos la disculpa y evitaremos que se sienta
humillada.
(Continuará)
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