Tiéndeme una mano desde el azul infinito
donde, celestial y divino, yo te sueño.
donde, celestial y divino, yo te sueño.
Tiéndeme una mano en esta soledad...
de nubes, pájaros, cielo...
Y en ésta mi nada que empieza a ser polvo
en la orilla de todas las playas.
Porque noto el vómito de mi alma
que, en rebeldía, se somete
al implacable arcaduz del destino.
Se me murió la alegría cuando creciendo en palabras
y acariciando ternuras, me sorprendió la premura
de un crepúsculo, trotando por los montes despejados de mi corazón.
Y son las siete de la tarde, y en mi paseo por la playa
voces del más allá reverberan en las polillas de mi cabeza
voces del más allá reverberan en las polillas de mi cabeza
¡Allí, allí, en el infinito! -dicen-
¡Cuando suba la marea, volverá!
Faro rojo, faro verde...
el puerto, el paseo, la playa
niños que juegan
estatuas de agua, olas...
estatuas de agua, olas...
¡muchas olas!
¡venga olas..!
y yo, noche de mar...
sola, SOLA ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario