Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

14 jun 2015

Día de Ayuntamientos



Ayuntamiento, vigía, día y noche de nuestro pueblo


 
Y en esta mi obra, recuerdos de nuestro pueblo 
en los difíciles años de la posguerra

Buenos días, amigos de este Blog: hoy es día de Ayuntamientos y es por ello que voy a dedicar unas palabras al que más quiero, al que me vio nacer, al de mi pueblo, Villa del Río.
Muchas, muchas las veces que en ese antiquísimo y bello salón de nuestro Ayuntamiento me he dirigido a pequeños y mayores, muchas las que he recibido honores y aplausos por la corporación saliente y las anteriores. Es justo, por tanto, que hoy, desde esta tribuna de mi casa, le dirija unas palabras a todos.

Mi agradecimiento, en primer lugar, a la corporación saliente, por las muchas distinciones que me ha  otorgado y, sobre todo, por el gran impulso dado a nuestro querido pueblo, a sus  costumbres y tradiciones.
Pero, soy hija del pueblo, hermana de su gente, vecina de cada casa, calle y plaza y es por eso que para mí no haya más color que el de ser paisana de todos. Mi enhorabuena, pues, al nuevo Ayuntamiento en el que los villarrenses han depositado tan prestigiosa y  trascendente responsabilidad como es  la de fomentar y elevar  tanto el nivel educativo, cultural  como ciudadano y social.
Pueblo el nuestro de costumbres y tradiciones que nos nacieron al arrullo de un río, al toque de unas campanas, bajo el manto de una Virgen y en el seno de una gran familia en tiempos dividida y hoy de vuelta a casa todos.
Costumbres y tradiciones que recibimos de nuestros antepasados y que son como huellas grabadas en el alma y que inevitablemente,  día tras día, nos guían  en incesante caminar por nuestras calles y plazas, escenarios  por donde el trajinar de las horas tienen también el nombre de todos aquellos que se nos fueron y que un mal día protagonizaron el  doblar de campanas que silenciaban palabras y daban paso a lágrimas amargas.
Calles, casas, balcones, ventanas, tejados, marcos de luz que alumbraron nuestro nacimiento, el de nuestros padres y tal vez el de nuestros abuelos y puede que, buceando en el tiempo, encontremos en ellos las raíces más profundas de nuestra ascendencia.  
Gala del Betis, risueña villa,
pueblo bendito donde nací;
quiero ser bueno, quiero ser sabio
para ser hijo digno de ti.
Himno de nuestro pueblo que escuchaba en la voz de mi padre y que hoy, como en otras ocasiones en las que mi pueblo me ha distinguido, me repito en total sintonía con esta letrilla del poeta y maestro de escuela don Diego Molleja.
Felicitaciones, pues, a los que se van y a los que llegan. Vamos ya, sin pausas, a seguir construyendo, creciendo.., la singular creatividad  de nuestro pueblo
Sí, quisiera ser buena, quisiera se sabia para ser diga de este gran pueblo: Villa del Río; mi pueblo.


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