Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

4 jun 2009

MINIRRELATO

EL VENDEDOR DE PALABRAS
Había una vez un hombre que se llamaba así mismo “Vendedor de Palabras”.Con su mercancía a cuestas recorría calles y plazas voceando:
-¡Vendo amor, paz, alegría, tolerancia, belleza...!
Un transeúnte que lo escuchó se acercó y dijo:
-Amigo, te compro la paz. ¿Cuánto pides por ella?
El vendedor de palabras le contestó:
-¡Vaya! Has ido a elegir la palabra más cara.
-No importa -dijo el comprador-. ¿Cuál es su precio?
-Su precio, amigo es nada más y nada menos que tener ganadas tus propias guerras.
Animado el público, se alzó otra voz que preguntó:
-¿Cuánto pides por el amor?
-Por el amor -contestó el vendedor- no puedo pedirte nada, porque el precio del amor es amar sin precio.
-¿Y la tolerancia? -preguntó un tercero- Quiero ser tolerante con los hombres mis hermanos. ¿Cuánto tendría que pagarte por esa palabra?
-La tolerancia no está en venta. De cualquier forma, si la deseas, te la regalo, pero ten en cuenta que si la necesitas, jamás serás tolerante.
Una mujer dijo:
-Yo quiero comprarte algo de alegría. ¡Tengo tantas penas...! No precisas dinero para comprar alegría -dijo el vendedor-. Aprende a disimular tus tristezas y tendrás alegría. En el mundo sólo hay dolor.
Otra mujer joven, con gran entusiasmo dijo:
-Yo te quiero comprar la belleza. A ver, ¿qué vestidos llevas y cuánto pides por ellos? Me los quiero probar todos.
-¡Te compadezco, mujer! - exclamó el vendedor- La belleza, cuando menos vestida, mejor vestida está.
Un hombre indignado exclamó:
-Tú no vendes nada. Tú sólo voceas cosas imposibles. Vete a tu casa y déjanos en paz.
El vendedor dijo:
-Así es: las cosas que yo proclamo no son mercancía de compra y venta, porque son dominio del alma, pero yo puedo ya retirarme al silencio: os he anunciado la sustancia de mi fe en las palabras.

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