Ayer,
en una reducida tertulia en la cafetería, tratábamos el tema de cultura y
educación. Había quién defendía que la
cultura conllevaba educación, pero, desde mi punto de vista no es así, y es
más, personalmente me relaciono con toda
clase de personas, cultas e incultas pero lo que no puedo soportar es la mala educación por muy que sea la persona, si por ejemplo, delante
de mí se despereza o limpia la nariz ruidosamente. Tal vez, para alguien pueda
resultar una actitud exagerada del concepto educación, pero así me educaron, y así soy, respetando, y no
compartiendo ciertas libertades llamadas
progreso o algo parecido.
A mis nietos, en una obra
que les dedico, les digo:
- Los ruidos corporales como
toser, estornudar, bostezar eructar, etc. hay que disimularlos al máximo
delante de los demás, aunque sean familiares. Recuerdo a un amigo, que lo era
solo de unas horas, que al estornudar gritaba: papa.
- No se puede uno hurgar los
oídos, la cabeza, la nariz, etc. delante de los demás.
- Si entramos a un servicio,
tanto público como al nuestro propio, no
podemos dejar cabellos en el lavabo, ni papeles por el suelo, ni restos de
ninguna clase, Hay que tirar de la cadena, bajar la tapa del inodoro, etc.
- Es de muy mala
educación hablar a voces, decir palabras
soeces, avasallar con nuestras palabras las de los demás, etc.
- Hay que olvidarse del móvil,
a no ser algo de importancia, cuando se come, cuando se está con alguien,
cuando vamos por la calle, cuando estamos en un
lugar privado, etc.
- No
miréis a nadie, por mucha curiosidad que os pueda despertad, con tanto descaro
que la persona afectada se dé cuenta.
- No
preguntéis, por mera curiosidad, problemas personales, enfermedades, años, etc.
- Escuchad
a quién os hable sin interrumpirle.
- No
dar portazos.
- Respetad
siempre a los mayores, y ayudadle en lo que podáis y siempre con la mayo naturalidad de forma que no le hagáis
destacar su normal discapacidad.
- Opinad de lo que
sepáis, pero nunca de lo que escuchéis.
- Las verdades
absolutas no son patrimonio de nadie, luego respetad las de los demás y no
tratéis de imponer las vuestras.
- El hablar de lo mucho que uno
sabe se llama pedantería.
- Opinad de lo que sepáis, pero nunca de lo que escuchéis.
- Las verdades absolutas no son patrimonio de nadie, luego respetad las de los demás y no tratéis de imponer las vuestras.
(Seguirá)
- Opinad de lo que sepáis, pero nunca de lo que escuchéis.
- Las verdades absolutas no son patrimonio de nadie, luego respetad las de los demás y no tratéis de imponer las vuestras.
(Seguirá)
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