Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

28 dic 2018

CULTURA Y EUCACIÓN

Ayer, en una reducida tertulia en la cafetería, tratábamos el tema de cultura y educación. Había quién defendía  que la cultura conllevaba educación, pero, desde mi punto de vista no es así, y es más, personalmente  me relaciono con toda clase de personas, cultas e incultas pero lo que no puedo  soportar es la mala educación por muy   que sea la persona, si por ejemplo, delante de mí se despereza o limpia la nariz ruidosamente. Tal vez, para alguien pueda resultar una actitud exagerada del concepto educación, pero  así me educaron, y así soy, respetando, y no compartiendo  ciertas libertades llamadas progreso o algo parecido.
A mis nietos, en una obra que les dedico, les digo:   

- Los ruidos corporales como toser, estornudar, bostezar eructar, etc. hay que disimularlos al máximo delante de los demás, aunque sean familiares. Recuerdo a un amigo, que lo era solo de unas horas, que al estornudar gritaba: papa.
- No se puede uno hurgar los oídos, la cabeza, la nariz, etc. delante de los demás.
- Si entramos a un servicio, tanto  público como al nuestro propio, no podemos dejar cabellos en el lavabo, ni papeles por el suelo, ni restos de ninguna clase, Hay que tirar de la cadena, bajar la tapa del inodoro, etc.
- Es de muy mala educación  hablar a voces, decir palabras soeces, avasallar con nuestras palabras las de los demás, etc.
- Hay que olvidarse del móvil, a no ser algo de importancia, cuando se come, cuando se está con alguien, cuando vamos por la calle, cuando estamos en un  lugar privado, etc.
- No miréis a nadie, por mucha curiosidad que os pueda despertad, con tanto descaro que la persona afectada se dé cuenta.
- No preguntéis, por mera curiosidad, problemas personales, enfermedades, años, etc.
- Escuchad a quién os hable sin interrumpirle.
- No dar portazos.

- Respetad siempre a los mayores, y ayudadle en lo que podáis y siempre con la mayo  naturalidad de forma que no le hagáis destacar su normal discapacidad.
- Opinad de lo que sepáis, pero nunca de lo que escuchéis.
- Las verdades absolutas no son patrimonio de nadie, luego respetad las de los demás y no tratéis de imponer las vuestras.
- El hablar de lo mucho que uno sabe se llama pedantería.
- Opinad de lo que sepáis, pero nunca de lo que escuchéis.
- Las verdades absolutas no son patrimonio de nadie, luego respetad las de los demás y no tratéis de imponer las vuestras.
(Seguirá)


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