Diario Cordoba / Opinión
Ilegales a nado
Isabel Agüera
Parafraseando un proverbio de la Biblia, digo: hay tres cosas que no logro comprender, y una cuarta que ignoro por completo: el vuelo del águila en el cielo; el camino de la culebra sobre las piedras, el rumbo de los barcos en el mar, la insensatez del hombre, cuando con toda frivolidad califica de ilegales a seres humanos. Sí, imágenes estos días en la tele han desplazado para otra ocasión mis espléndidas reflexiones sobre el espíritu de solidaridad, obligado tema tan de actualidad. Y un ininterrumpido chorreo de lágrimas es casi la única forma que tengo de expresar mis sentimientos que intento traducir en palabras. Cientos de seres humanos, llegados a nado, en negras y odiosas pateras, embaucados por siniestras mafias, escondidos en aciagos agujeros, exhaustos de caminos, con miradas de sorpresa, súplica, incomprensión... Imágenes las de estos días que se graban en el alma y se traducen en interrogantes: ¿se puede hablar de seres humanos ilegales? ¿Acaso el lugar de nuestro nacimiento en una tierra de todos, nos confiere el título de legales..? Unas palabras de san Agustín me salen al paso de mis reflexiones: en lo necesario, unidad; en la duda, libertad, y en todo, comprensión, y amor -añado yo-, porque en medio de tan espeluznante espectáculo, no queda otra. Todas las razones, las respeto, y entiendo que en una “casa” no caben diez familias y quiero comprender el rechazo y la urgencia de hacerlos regresar pero algo me dice que si el derecho a ser persona, ser humano, es cuestión de país, de papeles, yo no quiero tampoco tenerlos: prefiero, como esos pobres niños, ser peregrina en busca de un mundo, que tal vez no exista, donde negros, blancos, amarillos.. compartamos el maná que hoy llueve sólo para unos pocos afortunados por haber nacido en un aquí y en un ahora. Perdone el lector éstas tal vez utópicos deseos, pero no sé otra forma de comunicar mis sentimientos. “Porque tuve hambre y me diste de comer, porque tuve sed...” Mirémoslos a la cara y descubramos que son seres humanos, igualitos a nosotros.
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