Premio C. Villa del Río Premio Medios de Comunicación
Medalla de Andalucía Académica por Villa del Río
Mucho camino recorrido, mucho conseguido, pero sigo siendo yo: la misma
y doy gracias a la vida que me ha dado tanto.
y doy gracias a la vida que me ha dado tanto.
Bueno, pues sí, mañana me
nombran hija predilecta de Villa del Río, mi pueblo. La noticia me la dieron
hace días, pero desde entonces mis reflexiones no han cesado. ¿Predilecta?
Según el diccionario la palabreja significa que soy preferida de manera especial y
preferente sobre otras personas o cosas. ¡Madre mía! Y el caso es que todos los
que se enteran dicen que me lo merezco. ¿Y qué me digo yo? Pues que me parece
que sí, pero a esta sincera opinión añado: ¿y quién no se lo merece? ¡Tantas y
tantas mujeres y hombres trabajadores, sufridores, luchadores, etc.! Así que me
quedo, mejor, con otra definición que para mí es la válida, la que más me
alegra, la que más agradezco: preferida por amor o afecto especial.
Y es
que, desde aquel día de mi nacimiento en el que mis padres deseaban, esperaban un varón que sustituyese
al fallecido, yo, por mi cuenta, ya que fui querida por los mejores padres, me sentí como demás en el mundo y por consiguiente tendría que justificar
mi existencia ante todo y sobre todo. Y no, no contribuyó en nada
ni mi ámbito ni mi físico. Feúcha, tímida, silenciosa… Pasaba siempre
desapercibida. Jamás la mirada larga de madre Socorro se detuvo en mí, cuando
elegía alumnas para algún acto, jamás logré cantar un solo en la iglesia, a pesar
de mi preciosa voz de Irma Vila, nunca alcance aquel arco iris de distintivos
con los que se orlaban a las mejores alumnas. Tan solo, el rojo de asistencia y
el verde de buen comportamiento, siempre, siempre era la última elegida en el
juego de echar los pasos…
Hasta
el monaguillo primero de la parroquia se me
colocaba delante con los brazos en cruz
negándome el paso, tirándome del velo y repitiendo: ¡tú no entras, nena,
que eres mu fea!
¡Bueno,
bueno! Después en el internado, cómo
deseaba ser la encargada de encender o apagar las velas de la capilla o tocar la campana para decretar el principio
o final de los recreos, o, sencillamente, unas palabras, una sonrisa de la
directora, pero ¡nada de nada!! ¡Hasta deseaba estar ronca, tener un brazo escayolado
o un pañuelo atado, a la antigua usanza, en la garganta! En
fin, veces y más veces marginada, olvidada, perdida, engañada en una existencia
que me empeñaba en protagonizar.
Así
que hoy, ¿hija predilecta? Creo que he
conseguido mucho, mucho como me leo en mi curriculum, pero este calor, este
cariño de mi pueblo, repetidamente demostrado con una calle a mi nombre, con
homenaje de maestros y alumnos/as, con nombramiento de famosa por una
prestigiosa Peña, con el premio de narrativa Ciudad de Villa del Río, con mis colaboraciones a cuantos requerimientos me
llegan, este cariño y este nombramiento, me compensan, y mucho, de tiempos
pasados en soledad, olvido y trabajo.
Y
ya está. Sigo siendo yo, ni más alta ni más baja, ni más guapa, ni más fea –creo
que un poco más guapa, sí-. Sígo siendo yo; la misma.
2 comentarios:
No se como eras de niña ni de joven pero lo que si creo es que tu te sentías inferior a los demás, suele pasar muchas. muchas veces.Pero tu vida ha sido una vida rica en dar a los demás. y estoy segura que muchos te habrán valorado, señal de ello es tu premio que ahora recibes. Me alegro mucho, te mando un gran abrazo.
Gracias, Katiusca: llevas razón que era cosa que yo percibía, pero era muy niña y muy sensible cuando, entre otras muchas cosas, la gente del pueblo constantemente repetían, refiriéndose a mi hermana inmediata superior: no parecen hermanas. Una tan guapa y graciosa y la otra tan pávida, etc. Y sobre todo, el repetidamente escuchar a familiares, que no eran conscientes del daño que me hacían: tú fuiste una equivocación; tus padres querían un niño.
En fin, cositas superadas, pero siempre dejan huellas. Fue un acto precioso. Pondré alguna foto. Y tampoco yo sé tus años, pero te aseguro que te los paso en mucho. Tengo 81. Aunque no los represente, mis fotos son siempre actuales y como dice la canción, sólo me lavo con agua clara.... Muchos besos.
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