Para mis amigos en el Día del Libro
Queridos amigos/as escritores o aficionados: Hace años que me impuse una especie de mandamientos o códigos que me parecieron, al menos para mí, necesarios, imprescindibles para lograr mi propósito y vocación de toda una vida: ser escritora.
Hoy, Día del LIbro, los transcribo aquí por si alguien más se suma a ellos o por si los puede mejorar, cosa que siempre se agradece.
Desde el mayor respeto a cualquier opinión, un beso en este bonito Día.
1º Tendrá la humildad necesaria para aceptar que, tal vez, la escritura, no sea su mejor camino
2º No tomará ideas ajenas.
3º No será más importante el editar que el crear.
4º No escribirá una obra más, sino que tratará de escribir una obra distinta.
5º No seguirá, por norma, corrientes de moda.
6º No se venderá por nada ni por nadie.
7º Considerará cada renglón como una pincelada perfecta en una obra de arte.
8º Leerá en voz alta, de vez en cuando, párrafos de su obra: El oído juega un papel importante.
9º Buscará la mejor palabra de forma que pueda alzarse como una diosa.
10º No prodigará su tiempo buscado fama.
11º Será su mejor crítico, su mejor lector, su mujer aplauso o su mejor pitido.
12º Leerá, releerá, corregirá, bordará su obra, sin prisas, sin pausas.
13º Bajo ningún pretexto dejará un solo día de escribir. Si no puede escribir, al menos, leerá lo escrito.
Estos mandamientos se encierran en dos Crear y gozar.
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