HOY lo sé:
Dios no es una pegatina que se coloca en la frente
y ante la cual por arte de magia surgen milagros.
Hoy lo sé:
Mi fe... ¡qué distinta a la de ayer!
A Dios tengo que descubrirlo cada día,
en cada acontecimiento,
en cada hálito de aire...en cada dolor,en cada alegría,
en cada canción, en cada ser humano...
Pero mi descubrimiento es, sí,
intransferible y ¡tan inexplicable!
Porque Dios es grande, pero se ajusta a nuestra medida.
Porque Dios es sabio pero se ajusta a nuestras torpezas.
Porque Dios es palabra que se ajusta a nuestros labios....
Porque Dios es belleza y no se ajusta a nuestras repetidas fealdades.
Porque Dios es Amor y no se ajusta al desamor, ni a la mentira, ni a la injsticia...
Hoy lo sé: Dios no es refugio, ni justificación, ni capote, ni milagro...
Hoy lo sé: Dios no está en el cielo, ni en las iglesias, ni en los tejados de cada casa...
Hoy lo sé: Dios está en el pobre, en el humilde, en el sincero, en el justo... Dios está en el polvo del camino, Dios está en el pesebre.
Y mi fe, mi oración... hoy, es tan sólo un ardiente deseo:Estar un poco, aunque sea, en Dios para que Dios esté conmigo.
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