Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

3 nov 2024


 Domingo 3 de noviembre de 2024

Después de un tiempo, amigos,  os dejo, hoy, un texto precioso de Goethe. Creo, pero no lo sé seguro, si él se refiere al hombre  como tal o yo le he dado un pequeño giro.

El dice: Cómo te pareces al agua, alma del hombre... etc.
En mi texto digo  dice:

¡Cómo te pareces al agua, alma de maestro!   ¡Cómo te pareces al viento, destino de maestro! Pero tú, maestro, no solo alimentas, das vida y pasas, sino que permanecerás para siempre en ellos porque tú no solo has pensado en el hombre sino que te has recreado vivenciándolo y notando latir su conciencia en tus pulsos, conciencia en tus ojos como visión, como sonido en tus oídos, como gusto, como olfato y tacto, porque sabes, y nos haces saber que el chorro luminoso de la existencia pasa raudo, y en él, la rosa, el amor, la palabra, el arte, la música, la política, el tiempo, etc
 


3 ago 2024

                                 




                                                  https://apps.apple.com/es/app/youtube/id544007664

 Un padre, de avanzada edad, y su hijo, en el fragor de la juventud, corrían por un parque.

El hijo, en clara y amplia ventaja, dejó muy atrás al padre que, con grandes dificultades, trataba de  hacer el circuito.

El hijo, que iba delante, tropezó con una gran piedra hallada en medio del camino. Tras un doloroso traspiés, exclamó:  ¡Maldita..!  Y prosiguió su carrera.

Cuando el padre llegó al lugar donde estaba la piedra, tropezó y cayó, lastimándose un tobillo.

No obstante, medio a rastras, empujó y empujó a la piedra, hasta apartarla del camino.

En su interior se decía: No vaya a ser que tropiece con ella mi hijo y se lastime.

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23 ene 2024

LOS NUEVOS RICOS

 MIRAR Y VER

LOS NUEVOS RICOS

ISABEL AGÜERA

Como un sueño recuerdo aquellos años de mi infancia, años de la posguerra en los que la palabra estraperlo, pronunciada siempre secretamente, era sinónimo de chanchullo, o negocio fraudulento. 

No obstante era el hambre como el telón de fondo que hacía circular mercancías prohibidas que se cambalacheaban o compraban a cualquier precio, dado que en ello, y en buena parte, se jugaba la supervivencia y que supuso la aparición de nuevas y grandes fortunas conseguidas con esta venta ilegal de productos. 

Pero he aquí que hoy día la cultura, definida de tantas y variadas formas, podemos reducirla, con toda propiedad, al reflejo de la sociedad y la totalidad de lo creado en ella y al escenario de nuestro patrimonio cultural ha llegado el mercadeo, el tráfico cultural: si tú me das, yo te doy, si tú tienes posición, medios, si no vales yo te promuevo, si no, te ignoro. 

Se impone, a poco que estemos atentos, una cultura homogénea, la cultura del vale todo basada en la descalificación, influencias y competencias. El tener sustituye al ser. Todo se vende y se compra para buscar el objetivo principal: el éxito social, que sin embargo es inalcanzable porque se apoya en el consumo sin fin. No importan tanto, ¡ni mucho menos!, la calidad, como la cantidad, los premios logrados, el número de obras publicadas, las veces que somos objeto de cámaras televisivas, de entrevistas, artículos, etc. 

La metodología actual apunta, pues, a lograr éxito mediante una práctica de negociación de competencias. Y de ahí los «nuevos ricos» en todos los ámbitos de la cultura, con pies de barro, cuya efímera gloria tan solo será deslumbrón de ingenuos por un día porque sus bajos vuelos, van cubriendo de grandes lodos sus ridículas alas. 

Es curioso que hasta en sencillos juegos se compren letras al fin de ganar al adversario La cultura -- A. Malraux-- es lo que, en la muerte, continúa siendo la vida, y ejemplos, muchos tenemos. La cultura, la legítima cultura es el camino que hace nobles a los pueblos. La compra-venta, los arruina.