´ÉL ESTABA ALLÍ / MICRORRELATOS SUBLIMINALES
Cada día encuentro en mi camino huellas que no pertenecen a calzado humano. Sobre ellas coloco mis pies descalzos, miro al cielo y exclamo: ¡Dios pasó por aquí!
Y sigo profundizando en ellas para que no las borren los malos vientos que corren y que aventarán un día la palabra hombre de la faz de la tierra, porque tras ese sol maravilloso que acude fiel a su cita con los días, Dios sale a mi encuentro sin fallarme jamás, y no con varita mágica, sino para recordarme que en los bolsillos de mi equipaje colocó herramientas para que me recomponga una vez y otra.
Como el viento que pasa y no lo veo pero lo noto en mi rostro y me da ese hálito que preciso en cada instante, Él está en mi vida, en la vida de todos. Abro los ojos, miro y allí está siempre Él.
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