Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

17 dic 2015

Esplendor en la hierba

 Muy queridos amigos: 
Ayer, tomaba café con un amigo mayor que me decía refiriéndose a la cena de Noche Buena: cada vez me gusta menos esta noche. Soy un convidado de piedra: hijos, nietos, más familiares añadidos. Ya no pertenezco a esta generación que lleva las fiestas por otros derroteros, mientras uno solo le queda la nostalgia de otros tiempos. 
Sentí pena, de verdad, mucha pena, porque yo no creo que los mayores sean convidados de piedra en ningún sitio ni en ocasión alguna. Los mayores pueden, podemos sentir nostalgia de tiempos pasados, pero tal vez lo más positivo y necesario sea guardarlos dónde nadie los vea e incorporarnos a estos. Es decir, no queramos repetir la historia de nuestra vida trascendiéndola a los jóvenes, sino incorporándonos a la suya en la medida que nos sea posible.

Y al escribir esto me viene, ¡como no!, a la memoria la Noche Buena de mi infancia, cuando mi padre y mi madre al atardecer, y con los siete hijos que somos alrededor de la gran mesa, cantábamos villancicos, se inauguraba el momentazo tan esperado de abrir el cajón de mantecados, se preparaba el pavo en la cocina, olía a dulces caseros, se escuchaba por la calle pandillas niños cantado y pidiendo el aguinaldo… 
Después hubo otras noches buenas, en el internado, con mis hijos y marido, etc.
Pero todo eso me pertenece a mí, a mi generación, a mis tiempos de niña y joven y aunque los recuerdos me asalten y… 

“Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolverme las horas de esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues siempre, la belleza subsiste en el recuerdo".


Y este villancico, Adeste Fideles,mi preferido, y el Aleluya de Hender lo sigo escuchando en la voz de muchos recuerdos.

Adeste Fideles Concierto de Navidad. Orquesta y Coro ...

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