Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera
31 dic 2023
23 dic 2023
25 ago 2023
EL CHIQUILLO
Había dejado de llover. Por el camino olía a manzanilla y a tierra mojada.
Los zapatos del niño pobre chorreaban al pisar las hierbas llenas de gotitas que parecían colgadas de sus débiles tallos.
Por el cielo, nubarrones y claros de un azul celeste brillante.
La escuela se veía a lo lejos, blanca, como un copo de nieve, coronando aquel montón de tejados marrones que era la aldea.
Un hombre, a lomos de un gracioso borriquillo, se cruzó co él :
- ¡Aligera el paso, muchacho, que va a llover otra vez! - exclamó, sacudiendo sus pies que transmitieron al borrico un repentino y alegre trotecillo.
Las nubes corrían por encima de su cabeza. Repentinamente oscureció. El sol, como en divertidas volteretas, aparecía y desaparecía en fogonazos que teñían el camino de tonalidades violetas y anaranjadas.
Detrás de la aldea, las montañas clareaban en un limpio celeste.
Saltando pequeños charcos de barro, con un morral por cartera a cuestas y arrebujado en un tieso e indigente impermeable caminaba, con prisa ya, la cuesta arriba.
De pronto se quedó eclipsado. De una montaña a otra, se extendía majestuoso, brillante, rojo, verde, anaranjado, violeta... el arco iris.
¡Qué hermoso era! Parecía como si la mano invisible del ángel de la luz lo hubiese dibujado sobre el horizonte.
En la escuela lo castigaron por llegar tarde. Pero dentro de él canturreaba una voz: la de su madre:
¡Cuando llueve y hace sol
sale el arco del Señor... !
¡Cuando llueve y hace frío
sale el arco del judío!
Sí, ahora sé que el arco del Señor es el camino. ¿Por qué a veces pierdo de vista su deslumbrantes esplendor?
Tal vez sea que me quedo ciega o, tal vez, que atroche por alguna incierta vereda... ¡Pena, en cualquier caso!
Pero no me perderé jamás un sólo arco iris. Sería como quedarme irremediablemente sin vista, sin el más bello pálpito de la vida.
2 ago 2023
13 jun 2023
MENOS ES MÁS
DIARIO CÓRDOBA / OPINIÓN
MENOS ES MÁS
ISABEL AGÜERA
Soy consciente de que no es la primera vez que abordó este tema, pero es que hay días –lo confieso- que siento necesidad de sumergirme en la nada y sentirla hasta donde me sea posible, y al respecto, cuando en la noche amainan los ruidos, cuando puedo abrir los ojos en oscuridad, libre de toda imagen, noto que el verdadero sentido de la realidad emerge sin trabas a mi mente. Nos sobra mucho de todo. Vivimos inmersos en el tremendo agobio de no encontrar un espacio, por pequeño que sea, vacío. Nuestras vidas, nuestras casas, nuestro mundo han perdido todo tipo de belleza, humanidad, alegría… por el deseo consumista de tener mucho de todo, y de ahí el haber perdido también el gusto de gozar la armonía que puede ser la nada.
“Menos es más” dijo el precursor del minimalismo, corriente artística contemporánea que utiliza la geometría elemental de las formas. El minimalismo por definición se refiere a la máxima expresión con la mínima construcción: equilibrio, silencio, simplificación al máximo de lo superfluo.
Yo creo que se imponen unas buenas dosis de minimalismo a nuestras vidas porque, dónde hay superabundancia, aparecen disonancias pretenciosas e irritantes.
Simplificar la vida conlleva el convencimiento de que son muy pocas las cosas verdaderamente necesarias, y más aún: ver y entender que todo lo que sobra afea.
La ley seca del arte -Ortega y Gasset- es ésta: “Ne quid nimis”, nada de sobra. Todo lo que es adorno, todo lo que se puede suprimir sin que lo esencial se resienta, es contrario a la permanencia de la belleza, y en nuestra sociedad, tan barroca de necedades, mentiras, hipocresías, resulta casi imposible descubrir el encanto de un valor tan necesario como es éste de eliminar tanto sobrante en nuestras vidas para dar paso a la creación de espacios despejados, vacíos donde se restaure la humanización, el respeto, la comunicación, porque tanto exceso nos impide gozar la sublime belleza de la nada.
“La vida es realmente simple, pero nos empeñados en hacerla complicada”. CONFUSIÓN
9 jun 2023
SER MAYOR CON DIGNIDAD
SER MAYORES CON DIGNIDAD
3.1. BREVE RELATO
Un hombre septuagenario gustaba de rodearse de hombres más ancianos y deteriorados que él. Entre ellos se sentía joven, docto, deseado, querido... Se decía: ¡Pobres viejos! ¡Cómo me necesitan! Sin mi edad, salud y palabras, ¿qué sería de sus horas?
Sucedió que un día se llegó hasta ellos un joven. Dirigiéndose al grupo, exclamó: ¡Buenos días! ¿Podrían decirme la hora? El hombre septuagenario se apresuró y con torpe diligencia fue a sacarse el reloj del bolsillo, cuando éste se le cayó.
Lo siento, abuelo -dijo el joven, al tiempo que con apremio recogía el reloj del suelo-. ¡Mala pata, abuelo! ¿Se le ha roto?"
Y se alejó repitiendo: Lo siento, lo siento, abuelo...
Cuando el joven se distanció, el hombre septuagenario exclamó malhumorado: ¡Poca educación! ¡Poca vergüenza la de estos jóvenes de hoy! ¡Qué poco respeto y qué forma de tratar a los mayores!
Los demás ancianos guardaron silencio pero en sus corazones no había reproches: ellos habían asumido el ser "abuelos".
La dignidad de ser mayor es algo así como una hermosa prenda que ilumina oscuridades y crea rescoldo que calienta manos de seres humanos ateridos por el desaliento, angustia y agobio que les puede producir el paso del tiempo.
Y es que debe ser triste, muy triste, el vacío que nos puede ir dejando el pasado, si no fijamos en él la memoria mejor de las cosas. Los instantes que fuimos felices en una casa, con unos juegos, con una familia, con amigos, con una rosa, con un sueño...
La vida, con el paso de los años, inevitablemente, se va transformando en montón de pérdidas donde, no obstante, palpitan hermosos retazos de felicidad.
Buscad y veréis como encontráis el árbol de siempre, el camino de ayer, la fidelidad a las cosas imperecederas, buscad y encontraréis palabras, ecos que os devolverán la memoria tal vez perdida de las cosas, buscad y aparecerá el índice del pasado que os remitirá a la salvación en momentos en que la luz de vuestra "casa" se apague y os quedéis a solas con el viento, la noche y el crujir de viejos tejados.
No es el tiempo, ni la edad los culpables de que seamos o no "abuelos". No, somos nosotros mismos, cuando borramos del almanaque nuestro cumpleaños, cuando nos molestan los cambios, cuando seguimos aferrados a una juventud que se nos fue...
CÓMO LOGRAR ÉXITO Y DIGNIDAD A PESAR DE LOS AÑOS.
Como hemos venido diciendo, el envejecer no es algo que ocurra de un día para otro, por muy puntuales que sean los acontecimientos, como la jubilación, casamiento de los hijos, etc. Se envejece día a día, dependiendo de nosotros, en gran parte, el retener e incluso retardar el proceso o en cualquier caso caminar de cara a él de la mejor manera que esté a nuestro alcance. Cuanta más capacidad tenga el individuo para desplegar un discurso sobre su propio envejecimiento con conceptos realmente positivos, mayor será la posibilidad de proteger su autoestima, y de asegurarse envejecer exitosamente.
Conclusión: El envejecimiento digno y exitoso es un trabajo diario, es trabajo feliz, es un trabajo productivo que logra un enriquecimiento único y especial, que se define en términos de bienestar propio y satisfacción subjetiva, y que trasciende la edad biológica.
El camino a recorrer para lograr el éxito deseado de cara a nuestra “mayoría” de edad, se basa en tres pilares a los que vamos a dedicar atención e información. Pilares de orden biológico, psicológico y social
- Disminuir la aparición de enfermedades. (Factor biológico)
- Mantener, y en lo posible acrecentar, la actividad económica e intelectual. (Factor psicológico)
- Mantener un compromiso con los otros y con la vida. (Factor social)
Analizaremos cada uno de estos factores:
7 jun 2023
Miércoles 7 de junio de 2023
Buenos días, amigos: sencillamente emocionada con vuestra autoevaluación del tiempo que llevamos, trabajando juntos. ¡Para que alguien diga que las Redes Sociales solo sirven para cotillear y perder el tiempo!
Con vuestro permiso, voy a ir publicando vuestros escritos. Si alguien no quiere que aparezca su nombre
Y, bueno, hoy nos despedimos del Suplemento de Educación en el periódico, que no aquí, por vacaciones.
MAESTROS
¡ALERTA, PADRES!
ISABEL AGÜERA
Es curioso observar la habilidad de los niños para manejar el mouse de un PC. o sencillamente, un móvil. Parece como si hubieran nacido con ellos debajo del brazo. Internet le ofrece todo tipo de páginas de contenido tan sumamente atractivo que es casi imposible resistirse a ellas. Pero en medio de la maraña de buenos sitios, la Web, como toda telaraña, también cría seres ocultos, negros, garras infernales para los pequeños que presas fáciles caen en ellas con efectos irreparables. No hay que esforzarse mucho para descubrir con cuánta facilidad personas anónimas con ideas perversas pueden estar manejando los finos hilos de la sensibilidad de nuestros hijos, ahí, en el hogar, junto a los padres que ajenos a tantos y tan graves problemas se desentienden de sus chicos que pasan horas conectados a la red.
Y no son historias leídas de sucesos lejanos, no, yo misma comprobé hace años, con inmenso dolor, los cómodos caminos que proporcionan acceso y comunicación con niños desde pocos años. Sí, me bastó entrar en canales del chat, que los había para niños y, pasando por uno de ellos, obtener conversaciones sexuales, intercambio de fotos - engañosas por parte de los mayores - e incluso buscar encuentros cara a cara con chicos ajenos al riesgo que se exponen.Y es que tras las brumosas aguas de la Red, los peligros son inmensos que, en constante bombardeo, se superpone con total desvergüenza en los mensajes que se cruzan los pequeños y que de forma explícita o subliminal penetra y anidan en las regiones más primigenias del cerebro humano, creando adicción a un sexo generador de aberraciones, agresividad, violencia...
Si esto le sucede a un adulto, tal vez pueda digerirlo, pero cuando el que está ante la pantalla es un niño, las puertas del engaño, el daño físico y mental se agitan y puede ser irreparable.
Hace unos días la noticia la oí en un telediario: cada vez con menos edad, los niños acceden a contenidos pornográficos. Mi reflexión, mi indignación y mi súplica no son otros que invitar a los padres a comprobar, mediar y, sobre todo, no dejar a los hijos solos ante tamaños peligros, porque, cuando no quieran salir, ni ir de vacaciones, ni relacionarse con la familia, ni estudiar, etc. será demasiado tarde porque la adición supera toda propuesta.
Alerta, padres, madres, abuelos, etc. evitemos que lo que más queremos y nuestra primera responsabilidad, se convierta en un esclavo complaciente de estos Medios.
1 jun 2023
DE MÍ NOVELA BUSCANDO EN LA VIDA
CINCO Y MEDIA DE LA TARDE. Hace algo de calor. La hierba del jardín de arriba está fresca y crecida. Los celindos se doblan en guirnaldas que rozan la tierra en caricias de olores y pólenes. Cerca, el gallinero, la fuente grande con la mujer de mármol manca y desnuda, y cerca, muy cerca, marañas de rosales de pitiminí. ¡Qué bien huele! Me busco un escondite entre las enredaderas y con mi chocolate de la merienda entre las manos noto una extraña felicidad... Sola. Sí, siempre sola, notando cómo me crece la vida por dentro y agiganta mi alma de niña que, sin respuestas, sigue y sigue imparable, intuyendo, descubriendo, en un vaivén de mareas que no cesan de dar a luz sentimientos, que también palpitan entre el verde del jardín y el azul limpio del cielo.
Mi hermana Blanca, guapa, alegre, simpática, graciosa, irresistible para todos, vocea: ¡Vámonos a merendar a la hierba! ¡Tengo una idea!
Y los siete hermanos que somos en un divertido corro de rutinaria merienda, expectante a la sugerente y sorpresiva idea de Blanca, torrente de precoz y picaresca adolescencia, escuchamos embelesados: ¡No vale comerse todavía el chocolate! ¡Vamos a hacer una cosa! Yo cierro los ojos y voy pasando la mano. El que quiera más al Niño Jesús que me dé su chocolate. Entre risas, palabras, gestos... mis hermanos abandonan de una espantada el asalto fortuito a su legítima merienda. .Con los ojos cerrados y la mano extendida, Blanca persiste estática frente a mí que noto un escalofrío que me fluye imperativo, y me come en urgencias sin que sepa entender dónde me nace su vehemencia y por qué no amaina un instante y me deja en la libertad de mis sueños en la hierba.
Sí, yo, yo soy la que más quiero al Niño Jesús. ¡Ni un día le faltan mis flores, mis caricias, mis besos! Él, tan niño, es siempre mirada que me sigue en mis torpes pasos por las horas largas de los atardeceres en el jardín, destino favorito de mis sueños. Sí, yo soy la que más quiere a los gatos, y a las gallinas y al miedoso frailecillo de la veleta, y a la mujer manca y desnuda de la fuente, y a los niños pobres y a la vieja Anica… ¡Yo soy la que más quiere siempre! Mi chocolate, pues, ya tiene destino: la mano de mi hermana Blanca.
Mis hermanos se ríen. Repiten, siempre repiten: Carlota es tonta de remate.
Vuelvo a mi escondite. Lloro. ¿Por tonta o por mi chocolate? Sólo sé que lloro. La mujer de mármol, manca y desnuda, y yo somos lo único ya del jardín de arriba, y las gallinas que en perezosos cacareos se balancean en los palos del gallinero, bajo mi ingenua mirada de compasión. Tengo miedo de salir, de andar... de mirar a la mujer de la fuente manca y casi desnuda. Ella lo ha visto todo. ¿Y si también se ríe? ¿Y si me llama también tonta de remate?
Es martes y he cumplido ya diez años. Luisa, con picaresca sonrisa, dice que pronto voy a ser mujer. No entiendo a Luisa, pero no quiero ser de mármol ni quedarme manca ni desnuda. No, no quiero ser mujer, pero quisiera tener alas y volar, pero, ¿dejar a mamá? No, no puedo volar. A lo mejor otro día.
24 may 2023
UNA MUJER EN LA TARDE
Una especie de tos, medio rugido, me ha sacado de mi nostálgico éxtasis. Sí, allí, junto al banco de al lado, un cuerpo de mujer, más bien un bulto de mujer, me ha hecho regresar. La miro, con disimulo, primero. Detenidamente, después. ¿Llora? No distingo sus facciones entre las dos luces de la hora y su ensimismamiento que la mantiene acurrucada en un evidente sufrimiento.
Dudo unos instantes: ¿cómo abordarla? Un impulso, no obstante, me lleva directamente a ella. — Si no le molesta, ¿puedo sentarme aquí?
Aquel bulto de mujer, ausente de cuánto le rodea, tímidamente, levanta la cabeza y balbucea:
- Sí, señora. ¡Ya lo creo! Hay sitio de sobra.
- Unos minutos más de silencio en los que sigo prendada de la luna, que aparece entre los árboles, pero, desde lo más profundo de mi alma, busco palabras que me lleven a la comunicación con aquella pobre mujer.
- ¡Se está bien aquí! - exclamo, al fin - ¡Otra cosa será, cuando se ocupen los bloques!
- Sí, señora- contesta por pura cortesía.
- ¿Vive usted por aquí ?- pregunto ya sin tapujos.
Y aquella estática mujer, como si poco a poco se desdoblara y se creciera, comenzó a contarme su vida entre lágrimas y suspiros:
Yo he vivido siempre en el campo con mi marido, pero él hace dos meses que ha muerto, y yo...
Con dificultad se saca un pañuelo del bolsillo. Se seca unas lágrimas. Continua:
-Ahora vivo con una hija, pero lo mío, ¿sabe usted? son las flores, los bichos, el campo... Por eso voy y vengo a este jardín... El campo era nuestra vida. ¡Estábamos tan a gusto! Ahora íbamos a celebrar las bodas... ¡qué sé yo cómo le llaman a eso! ¡Las bodas de un montón de años juntos sin un sí ni un no!
- Las bodas de oro" - aclaro yo.
- Sí, señora; eso mismo.
Yo escuchaba, mientras la mujer tomaba vuelos en su profunda depresión que parecía esfumarse, a medida que hablaba y hablaba. Hubo un momento que, olvidada de su drama, me preguntó:
-Y usted, ¿es de por aquí? ¿Tiene familia? ¿Tiene marido? ¿Le gustan las flores..?
Ante aquel tiroteo de preguntas, me limité a contestar:
-¡Vaya si me gustan las flores!
Y, levantándose, diligente, se acercó al arriate más próximo. Cortó una rama de romero y, poniéndolo entre mis manos, dijo:
- Tome; huele a campo y a sierra.
Ahora aquí, con el romero sobre mi falda, pienso cómo todos, por amor al prójimo, tenemos el poder que puede, hacer milagros, allí donde se encuentre.
¡Pena que tan poco pensemos en ello y tanto nos limitemos! ¡Claro que todos los seres humanos estamos dotados de poderes! ¡Y claro que podíamos hacer prodigios!
22 may 2023
SEGUNDOS
Lunes 22 de mayo de 2023
Buenos días, amigos: por fin disfrutamos de truenos, lluvia y hasta fresco que a mí me llevó a encender la estufa algún rato.
Para hoy tenía preparado el capítulo de la novela, pero ayer fue un día muy movido, muchas veces coger y dejar el aipad y en una de esas veces, el capítulo, borrado. No sabéis el tiempo que le dedico a resumir los capítulos sin que se pierda coherencia. En fin, tendré que hacerlo de nuevo y recurro, para hoy, a un breve escrito de un diario que suelo escribir. No sé qué os parecerá, pero no importa. En ese privadísimo Diario solo escribo para mí, y hoy comparto con vosotros una página que puede ser reflexión para todos.
SEGUNDOS
Anoche, caí en la cuenta de que de los 86.400 segundos que tiene el día, hay 5 o 6 que desde hace muchos años repito invariablemente cada noche y cada mañana con idénticos pensamientos. Sí, algo que, de una manera o de otra, hacemos todos. Puede parecer una simpleza, pero no lo es para mí.
Por lo general, me duermo en el sillón sobre las diez. A veces me despierto tan tarde que me voy, casi sin abrir los ojos, derecha a la cama, pero casi siempre, leyendo, oyendo música o entusiasmada con la creación de algo, me pueden dar las dos o las tres de la madrugada, sentada en la cama, pero hay unos segundos, finales del día, tan iguales años y años y tan importantes, al menos para mí: dejo bártulos en la mesilla, cojo una crucecita, que tiene casi tantos años como yo durmiendo sin moverse de mi mano, pulso el mando de la luz y en la oscuridad absoluta, me siento tan sola, tan nada, tan en manos del destino, de un sueño que no sé si despertaré, que de mi corazón brotan unas palabras por si un Dios me oyera: despiértame, deja que un día más pueda pulsar el mando de la luz y despertar en nueva mañana. Y en paz me entrego a mi incierto futuro.
Segundos, tan solo eso, segundos de los 86.l400 que tienen veinticuatro horas, pero los más importantes de los días, porque ellos representan, en dos clips, vida y muerte.
16 may 2023
LA VOZ DE UN CANARIO
MIRAR Y VER
VOZ” DE UN CANARIO
ISABEL AGÜERA
Animada tertulia matinal en la radio. Los contertulios, blablablá, elecciones, encuestas, opiniones, debate a dos o tres voces que, a coro tratan de que no se escuche nada.
Y claro, los asiduos radioyentes, en este vaivén de opiniones encontradas y, sobre todo, tan repetitivas, tan exacerbadas un día y otro también, oímos pero no escuchamos. Si acaso, acuciamos el oído cuando alguien pone en sus labios palabras que acarician nuestras ideas, mientras, con regodeo nos decimos: ¡este, sí; éste sí qué vale!
Pero, lo cierto es que estamos asfixiados de tanto más de lo mismo, y las tertulias a veces se tornan ruido más con el que convivimos y en el que las palabras, en el mejor de los casos, se perciben como letanía sin más ora pro nobis que la indiferencia por respuesta. Pero he aquí que uno de estos días, cuando intervenía un oyente, los trinos de su canario irrumpieron arrolladores por las ondas. ¿Novedad, belleza, gracia, sorpresa? Tal vez un poco de todo enmudeció y hermano, en un escaso minuto a contertulios y oyentes.
El don precioso de la palabra –dice Barón de Holbarch- debe servir a los hombres para comunicarse sus pensamientos, para socorrerse mutuamente, para transmitirse las verdades útiles, y no para destruirse y engañarse recíprocamente.
Es cierto que vivimos en una época de evolución sorprendente en el área de los medios de comunicación, reduciéndose así las distancias, las ideas, los tiempos…, pero, a pesar de este avance, prevalece un factor que ha sido siempre catalizador de las relaciones humanas:la palabra y el comunicarse a través de ella es la más primitiva, pero la más efectiva forma de formar, informar socializar…
La palabra hoy está devaluada, y ha dejado de ser camino que conduzca a la verdad, para transformarse en vehículo de radicalismos encontrados.Tal vez precisemos la voz de un simple “canario” para sorprender, aunar y embellecer nuestras trilladas rutinas.
No abras los labios, si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio. (P. Chino)
2 may 2023
SOLO UN CUENTO
DIARIO CÓRDOBA / OPINIÓN
26 abr 2023
LECTURA Y FAMILIA
26 de abril de 2023
Buenos días, amigos: hoy tenemos artículo de Educación de tema muy importante: familia y lectura y si bien está referido a los niños, los mayores somos todos destinatarios del tema y que no me diga nadie que, de las veinticuatro horas del día, no podemos dedicar diez minutos a leer, cuando tanto tiempo perdemos en otras cosas.
DIARIO CÓRDOBA
LECTURA Y FAMILIA
ISABEL AGÜERA
Dice Daniel Pennac, prestigiosa pluma del panorama francés, que el verbo leer no admite el imperativo, sino que su uso como tal mandato ha sido la causa de muchos rechazos viscerales a la lectura. Los hombres, todos los hombres, deberían leer con la naturalidad con que hablan y con la cotidianidad con que se relacionan entre si, porque leer es una parte más de la vida, mediante la que podemos ponernos en contacto con otros mundos, con otros sueños, con otros pensamientos, con otras ilusiones, con otras penas..
No obstante, y con referencia a la lectura en los niños, entre padres y maestros, primero, y con el gran abanico de ocio que hoy día compiten ventajosamente con la lectura, provocan cada vez más continuos desencuentros entre los pequeños y los libros.
La lectura es un valor, y su práctica habitual rebasa el ámbito escolar al que con mucha naturalidad, los padres asocian casi en exclusiva.
La lectura no debe ser considerada simplemente como un proceso más de aprendizaje, sino sobre todo porque mediante su dominio se adquirirán destrezas, actitudes, competencias que le van a resultar imprescindibles en la vida cotidiana y en su integración, con posibilidades, en la sociedad.
De ahí que la familia, los padres deben adquirir conciencia de su gran responsabilidad, así como de la definitiva influencia que sus hábitos lectores, por un lado y su colaboración, por otro, puede ser determinante en el valor que para los pequeños resulte la práctica lectora.
No basta con mandar leer. Hay que leer con los hijos, compartir sus libros, comentarlos, transcenderlos a la vida real para censurar, aplaudir, opinar, etc. tanto acerca de su contenido como del proceder de sus personajes, etc.
En una retrospección veo a mi padre con el Quijote entre las manos, y a mi madre con Las Mil y unas Noches... Estos fueron mis primeros libros cuando aún sólo sabía deletrear.
Que estas fechas, cuando tanto se habla de libros, no queden en la mera compra de un ejemplar más sino que, ante todo, nos conduzcan a una seria reflexión sobre el valor de la lectura.
No es al analfabeto, aquel que no sabe oler sino el que sabiendo no lee. M. De Unamuno
Vamos, pues a leer este artículo y miremos el reloj a ver cuánto tiempo nos lleva su lectura.
20 abr 2023
10 abr 2023
RESURRECCIÓN
Lunes 10 de abril de 2023
Buenos días amigos: largos se me han hecho estos días sin vuestra presencia digital, si, pero son palabras que me llegan en fragancias de amistad y cariño.
Bueno, ¿qué tal la Semana Santa? La mía un punto y seguido a las cuatro cosas de cada día. Solo he salido un día: el pasado sábado que, con mi familia en pleno, pasé el día en mi casita de la sierra, algo para mí, lo mejor y lo que más deseaba.
Hoy os deseo una feliz Pascua de Resurrección y que nos sirva de reflexión para entender cómo cada día, y a pesar de las dificultades que no faltan, tenemos que “resucitar”, levantar la aplastante loza que nos inmoviliza y salir fuera y vivir con ilusión, con creatividad y amor cada paso, por corto que sea, que demos.
No sé de quién hace años leí una frase que resume mi reflexión esta mañana:
La vida es una serie de muertes y resurrecciones.
Ánimo, amigos, que cada día el despertar, y aunque los fantasmas de nuestras realidades nos asusten, salgamos a la luz del nuevo amanecer que es la vida en la que mucho nos queda por dar y recibir.
Y esta mañana no me alargo más, tan solo lo propio de una vuelta de “vacaciones”: saludos, abrazos y alegría de volver a encontrarnos.
Esta semana será la última del Proyecto Cuentos. Animaos a participar algunos que faltan.
Y como muchos me habéis preguntado si voy a ir a la presentación del poemario de Soledad Raya, quiero ser sincera y contestar a todos: como medio sabéis, he pasado un virus bien malo, cuyas secuelas voy superando, amén de otras muchas limitaciones que me limitan asistencia a demasiadas cosas. No iré pero le deseo una gratificante Presentación.
16 mar 2023
Alumnos personas
DIARIO CÓRDOBA / EDUCACIÓN
ALUMNOS PERSONAS
ISABEL AGÜERA
Mis experiencias, estrategias y palabras han ido siempre en la línea de reivindicar una escuela más creativa, más viva... donde maestros y padres, desde la colaboración y entendimiento mutuo, hicieran posible elaborar el ambiente propicio para tal clima de innovación y cambio, conscientes, no obstante, de que no es fácil desvestirse de una enseñanza de tantos años trabajada de forma casi átona y casi plana.
Pero he aquí una urgencia, hija de los tiempos, se impone sobrepasando cualquier expectativa pasada. Y es que la mayoría de los alumnos, sencillamente, se aburren con la forma en que se les entregan los contenidos. Es decir, no hay correspondencia entre la oferta y la demanda.
Es por eso que el docente ya no puede ser unidimensional, unidireccional o unidisciplinar. Hay quien dice que nada cambia si no cambia la mentalidad, y el docente no tiene más remedio que cambiar de rol porque el tren de la sociedad circula mucho más rápido que el de las aulas.
El nuevo docente no debería ser ya, como hasta ahora, el depositario del saber, el portador de la palabra y la información, la referencia única y jerárquica. Quizás podríamos empezar a perfilar un educador mediador, facilitador de procesos de aprendizaje en lo que lo esencial sea el sujeto estudiante, sus intereses o capacidades.
Pero este nuevo rol precisa de un gran compañero, e incluso guía, de trabajo: sistemas educativos que, olvidados de las urnas, busquen, ante todo el feliz aprendizaje en una escuela puesta al día donde los alumnos dejen de ser estadísticas, número, burocracia..., y sean futuro, personas enseñadas y educadas, desde la individualidad y creatividad, para afrontar al conflictivo mundo que les aguarda en el que tendrán que estar preparados para entender, improvisar y actuar ante las grandes piruetas del progreso, exigencias del día a día.
Un cambio se hace imprescindible, un cambio total, pensando en los niños y olvidados de las conveniencias de los padres, porque, por ejemplo: ¿dónde va un niño de tres años con dos grados bajo cero y con una mochila a la espalda? ¡Qué disparate! Los Centros Escolares no son guarderías ni los maestros niñeros. Seamos sensatos y hagamos, entre todos, una enseñanza feliz.
8 mar 2023
2 mar 2023
MI COCHE ROBADO
MI COCHE ROBADO
Lo encontraba invariablemente solo. Solo y presto siempre a mi servicio. No importaban las inclemencias del calor ni del frío; todos sus afanes consistían en cambiar complacencias por mi cariño.
Un halo de nobleza, de sencilla solemnidad, un tenue rutilar animado parecía envolverlo de felicidad. Era mi coche, uno más entre miles, pero cargado de vida aprendida del largo monologar de mi intimidad amiga, cobijada, como en claustro materno, en la calidez de sus silencios.
Palpitante siempre en su alma el trepidar de mis recuerdos, evocando palabras, susurrando olvidos, contemplando auroras, cielos estrellados, lunas...
Y el mar, ¡cuántos ensueños frente al mar que compartíamos en tardes
largas de verano por el puerto! ¿Hasta qué otra orilla llegarán las playas? -le preguntaba- ¿Hasta dónde las gaviotas..? ¿Hasta dónde las sirenas..? ¿Hasta dónde los ocasos en un mar que se los traga. Y yo escribía malos versos y en voz alta se los leía, y mi coche, tan prudente, tan señor... sí, ¡yo creo que me aplaudía!
Otras veces, con la lluvia, por caminos, en busca de un no sé qué, me perdía. Y allí amapolas, y trigales, y girasoles y en sonoros suspiros, romances de luz, de aire, de manzanillas, de olores, emanados de los más puros sentires de la tierra empapada.
Sobre su volante yo soñaba que era mariposa, que era estrella, que era.... ¡si yo no era nada! pero mi coche tan prudente, tan señor... sí, con su silencio, ¡cómo me respetaba!.
Recuerdo una madrugada de Reyes, solos, solos por la ciudad, por las calles túneles de luz festiva. Yo reía con los semáforos y en juguetonas maniobras los violaba, y ante la fuente grande luz y color, esplendor de agua, de palomas, de incógnitas blancas... siempre, la soledad decorando mi alma.
Es la historia sin voz que esta noche presiento que me llama. Sí mi coche, tan noble, tan señor, tan mío, con tanta alma, en la intemperie de un desguace duerme, mientras siento un dolor que no puede expresarse con palabra
Te robaron de mí a las seis de la mañana. ¡Mi coche, mi compañero, siempre a dúo descubriendo madrugadas y escalando sueños de cielos, de mar, de amor... de montañas.!
De ti, mi coche fiel me queda la dulce huella que los seres generosos nos dejan, y contigo, tan maltratado, tan herido, tan desahuciado... mis sueños, mi cansancio, mis lágrimas de tres años enterrados.
¡Luna bella, luminosa, mágica, divina... haz florecer, entre latas y basuras, un almendro! Quiero que junto a él, la belleza siga presente en su desgracia. ¡No lo dejes, luna sin monólogos de silencios, sin música, sin suspiros íntimos, sin versos... sin lágrimas! ¡Cántale el Aleluya tantas veces frente al mar escuchado! ¡Llévale, luna, mi beso y dile que siga soñando, que no importa el lugar, que no importa el trabajo, que no importan los olvidos, la soledad, los silencios... que cada cual por un lado seguiremos buscando horizontes azules de cielo y agua, que la vida sigue su ritmo. La vida que sigue... y se pasa.