Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

16 ago 2014

Tener y ser


OPINIÓN / DIARIO CÓRDOBA
 17/08/2014

Las palabras de mi padre siempre han sido como hoja de ruta constante en mi vida que se me activa, como potente alarma, cuando mi pequeño arcaduz se engrana a la gigantesca noria de la convivencia.  Hay que aprender a vivir con los demás --decía--, siendo personas respetuosas, trabajadoras, responsables, educadas y consideradas, pero hay que educarse para tal fin, porque no vivimos solos en una isla sino en la gran casa del mundo.
Y nos entrenaba, a los siete hijos que éramos, en serlo, ante todo, con el ejemplo y con sencillas prácticas que nos situaban en el umbral de una madurez social productiva, colaboradora y respetuosa con todos los que nos rodeaban.
Hoy día, más que nunca, el ser persona con los atributos que mi padre reivindicaba como fundamentales en la necesaria convivencia, para una inmensa mayoría va tan íntimamente ligado con el tener que prácticamente queda obnubilado, perdido entre la inmensa marea que nos arrastra hacia la carrera vertiginosa de la comodidad, la libertad, consumo y competitividad como único camino hacia el ser alguien. Efectivamente, creo que el deseo de poseer ha pasado a tan primer plano social, a tan exclusiva meta que andamos convencidos de cómo, para que nos tengan en cuenta y ser valiosos personajes de este gran teatro del mundo, tenemos a toda prisa que acumular los mejores y más costosos productos del mercado. Es decir, queremos ser importantes, poderosos, protagonistas de portada a toda prisa, y ser algo tan sobresaliente que a nadie pasemos desapercibidos ¡Qué necia filosofía!
El tener se consume, se esfuma... El ser, por el contrario, crece, se nos hace grande con la práctica, se desborda y supera en autenticidad y unicidad. "La dicha de la vida consiste en tener, sí, pero tener, ante todo, siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar". (Thomas Chalmers).

3 comentarios:

Katiuska dijo...

Muy buenos consejos los de tu padre, y estupenda alumna, En lo que uno se convierte debe ser siempre para buen ejemplo hacia los demás. Besos.

Katiuska dijo...

Muy buenos consejos los de tu padre, y estupenda alumna. En lo que uno se convierte debe ser siempre para buen ejemplo para los demás. Besos

Isabel Aguera Espejo-Saavedra dijo...

Gracias, amiga: Ka verdad es que mi padre fue un hombre extraordinario. Nos educó de forma exquisita, como hoy ya pocos padres educan. Un beso,