Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

12 may 2017

Nada es algo

Esta mañana, más tarde de lo habitual en mi cafetería, por eso de los sábados y  domingos, oí a un hombre decir, refiriéndose al peso de unos zapatos; menos que nada, porque nada ya es algo.
Directamente esas palabras, “nada es algo”, me han traído hasta una de mis novelas  que de entrada dice así:
Ya es mañana, y hasta no hace mucho, anteayer, ayer, yo me sentía feliz de no ser gallina. Sí, porque las observaba en el gallinero de mi casa y las veía tan aburridas... Apenas se movían. Vivían, eso sí,  solo para comer, poner huevos, cacarear de vez en cuando, agacharse ante el gallo y mirarse unas a otras, como diciendo: ¡ea, esto es lo que hay! Y terminar, como buen caldo, en algún puchero.  
Por el contrario yo era un saco de ilusiones, de sueños... Un saco rebosante de    emociones, de amores que despuntaban al arrullo de palomos, que me vibraban al compás de los momentos, que me galopaban por el alma, que me aceleraban el ritmo de mi pulsos, enarbolando días singulares de no sé cuantas  esperanzas. ¡Qué envidia, si lo sospecharan las gallinas! Una vida sin corral, sin gallo, con alas, una vida para campear por mis respetos y llegar lejos, muy lejos... Hoy me pregunto, tras el paso de los años, ¿en qué me diferencio yo de las gallinas? ¡Si el mañana de ayer, que es hoy, caigo en la cuenta de que también soy un aburrido animalillo de corral! A ver: cacareé más de la cuenta, un gallo me dijo, vamos, y fui, me siguió un gallinero, un ponedero...   y nada: punto final, porque los días se me van de las manos sin más, como tirándome a la cara: ¿y qué más quieres?  Esto es lo que hay.
¡Qué pena siento de mí! Picotear en algún que otro grano, dormir en un palo, soportar que la  “madrastrona”  naturaleza, ¡chssssssh!, nos mande callar,  nos abandone cuando comprueba que no hay huevos que recoger, que esperar y, ¡hala! ¿Terminar como buen caldo en algún plato? Ni tan siquiera eso.

Amigos: esto es una novela. Es cierto que la vida, con pequeñas diferencias, es un electroéndefalo plano repetitivo y súper rápido, pero las palabras del hombre esta mañana,  descendiendo a la realidad, me repito nada es algo, y eso es lo que tenemos, lo que somos, nada, pero creo que más que algo, es mucho+

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