Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

16 feb 2016

La mujer ofendida

El saludo, el perdón, la mano extendida, creo yo que no se le puede negar a nadie, ni tan siquiera a nuestro mayor enemigo.
Un breve relato, amigos, para este martes.

Por un café, que era agua, una mujer discutió con el dueño del bar. El hombre aireado exclamó: ¡Si no le gusta mi café, fuera de mi establecimiento! 
La mujer, humillada y molesta, se alejó para no volver más a dicho lugar. Enterada de lo sucedido la esposa de aquel hombre, una mujer educada, prudente y cariñosa, se dijo: Buscaré a tan buena clienta y le pediré excusas.
Un día de junio, recién abiertas las piscinas, como si fuera una aparición, se encontraron en el agua nadando una junto a otra. Hola –dijo la esposa del dueño del bar con una sonrisa infinita y en un gesto de abierta y humilde comunicación. La mujer ofendida, volviéndole la espalda, se alejó.    
Una semana después, en una pescadería del barrio, comentaban la noticia: se ha muerto María, la del bar, se le presentó un abortó y murió de una hemorragia.  
Sobresaltada la mujer ofendida, y a pesar de la claridad de la noticia, preguntó:
¿De quién hablan...?  ¿Quién ha  muerto...? María, la del bar: estaba embarazada y…  A punto de desmayarse, la mujer ofendida corrió lejos y, sentada en un bordillo, lloraba sin consuelo.  No, no era tanto por  su muerte, como por aquella culpa que le pesaba hasta hacerle trizas el alma. La veía buscándola aquella mañana en la piscina, la oía excusándose. ¡Pobre! -se dijo- ¡Cómo debió sentirse con mi orgullo y necedad! Y en su onterior se notaba como si hubiese descendido a los mismísimos infiernos. Era como sentir  todos los rigores, todos los castigos de un dios desconocido que, sin fuegos eternos, la torturaba, remitiéndola a la tremenda impotencia, al inmenso dolor de no poder reparar el daño que aquel día causó a un inocente ser humano. Hubiera dado cualquier cosa, hasta la vida misma, por una ligerísima moviola que  le hubiera permitido situarlas, de nuevo,  frente a frente.  

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