Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

11 ene 2015

QUE SE MUERA LA GUERRA. CARTA Nº 2


Buenos días,amigos: Sigo un poco más con esta novela que, como recordarás, nació al escuchar una conversación en la cafetería. La primera carta no fue demasiado complicado el escribirla, pero siempre recuerdo las palabras de un amigo: Una novela casi todos la empezamos, pero casi ninguno la terminamos. Yo me propuse terminarla, pero, ¿cómo seguir? -me pregunté-. Ponte en la piel de una adolescente -me contesté- y escribe sencillamente lo que te salga. Y así lo hice. Así que aquí está la continuación de aquella chica que buscó un mapa de carreteras para saber por dónde estaba Irac,el Golfo, etc.
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¿Te imaginas mi despiste, Javi? ¡Un mapa de carreteras para buscar ese lugar de la guerra! Si se entera mi profesora de Sociales, seguro que me suspende para los restos, y con razón. Y es que un libro de mapas es para mí... ¿cómo te explicaría yo? ¡La cosa más horrible del mundo! Nombres y más nombres, tan diminutos que... ¡ni con lupa! El caso es que no tuve más remedio que liarme la manta a la cabeza y buscar y rebuscar en un atlas que me regalaron para la Primera Comunión y que lo guardaba nuevecito, con el plástico y todo, como el primer día.
Y, a todo esto, no te he dicho que me llamo Zoraya, aunque los amigos me llaman Zora. ¿Te gusta..? Mis compañeras de clase dicen que es más interesante llamarse , no sé, esos nombres de Mujeres y Hombres. Bueno, pues, recurriendo a mi hermano, que es un empollón, y que estudia segundo de Derecho, pude encontrar el Golfo de las alfombras. ¡Qué lejos, Dios mío! Con un rotulador negro, y como si mi mano fuese un barco que navegara, viento en popa, surcando los mares, fui marcando sobre mi impecable atlas el recorrido que habías tenido que hacer hasta llegar allí, pero...¡vaya sorpresa! ¡Mira por donde me di de bruces con el Canal de Suez! ¿Sabes que me suspendieron dos veces por no saber absolutamente nada del dichoso Canal..?
¡Cuánto lo siento, Javi! ¡Una guerra y tú en ella para que yo haya tenido que enterarme, o mejor dicho, para que yo haya tenido que encontrarme con el Canal de mis suspensos!
Y, bueno, ¡para qué las cosas que he descubierto! Otra de ellas ha sido el Mar Rojo. ¿Cómo es? ¿De verdad es rojo como la sangre..? De este mar sabía más cosas por la película de los Diez Mandamientos y por la Biblia. ¿Te gusta la música..? A mí los Gemeliers me emocionan tanto… Hoy tal vez me quieras a morir. / Mañana te veré haciendo las maletas. /¡Es tan cansado vivir sin saber bien si toca llorar o reír / la, lala… Y yo añado: ¡que se muera la guerra, la, lala / que se invente la paz, la, lala  
¡Una guerra para que yo piense en ti! No, no es verdad: desde aquella noche, tú contabas en mi vida. Te elegí y te esperaba, pero… Ahora que sé dónde estás noto una cosa por el cuerpo..., y oigo, y leo, y recorto y pego en un bloc todo lo que encuentro sobre esa maldita guerra y, cuando vuelvas, porque vas a volver pronto, y cuando otro día vengas a la discoteca, me acercaré a ti y te diré: hola; soy Zora, ¿me conoces..? Y te regalaré esta carpeta de hojas que estoy almacenando y en las que te veo y oigo, aunque casi no pude apreciar el tono de tu voz… Cantaremos, bailaremos: que se muera la guerra, la, lalala.  AMEN. Zora

 

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