Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

5 ene 2010

Sentirse joven

Aceñas centenarias de Villa del Río

No es el tiempo el culpable de nuestros años sino el estilo de vida que elijamos y la actitud que tomemos, y la generosidad con la que vivamos y sobre todo, con la ilusión que seamos capaces de llenar los momentos de nuestra existencia.

SENTIRSE JOVEN consiste en ver la vida con optimismo real, saber amar a la gente, descubrir bellezas que hay en la naturaleza, gozar de la inocencia y risas de los niños.

SENTIRSE JOVEN significa soñar con un porvenir, tener ideales, pero trabajar en el presente; tener siempre algo que hacer, algo que crear, algo que dar de sí mismo.

SENTIRSE JOVEN implica también saber sufrir, pero nunca sentirse derrotado, saber levantarse cuantas veces se fracasa y confiar en la Divina Providencia.

SENTIRSE JOVEN es desconocer la ociosidad, forjarse un ideal sublime, nuevo, por el cual valga la pena de seguir luchando, hasta alcanzar la meta deseada.

SENTIRSE JOVEN es saber enfrentarse con los problemas de la vida y resolverlos satisfactoriamente, superar las decepciones, hasta lograr la victoria.

SENTIRSE JOVEN es reconocer los equívocos, no desanimarse nunca a pesar de una derrota dura, levantarse nuevamente para no volver a caer.

SENTIRSE JOVEN es ser prudente, tomando como experiencia las vicisitudes ajenas y encontrar un camino distinto hacia la propia felicidad.

SENTIRSE JOVEN es tener la satisfacción de lograr un ideal por sí mismo y sin perjudicar a los demás, lidiar para conseguir sus más caros anhelos.

SENTIRSE JOVEN es tener la cabeza llena de ideas nuevas que expresar; el corazón lleno de amor y felicidad, el espíritu de entusiasmo.

SENTIRSE JOVEN es demostrar la expresión natural del alma humana de estar bien con Dios, es la expresión positiva de la satisfacción y felicidad.

Y PARA TERMINAR
Seamos mayores con dignidad e independencia de la mutabilidad de las sociedades, porque somos algo más que modas y civilizaciones: somos personas que, como todas, corremos, como ríos, caminos de la mar, alimentados, eso sí, por pequeñas corrientes que nos siguen enriqueciendo en nuestro imparable caminar. No tengáis miedo, amigos, a la vejez, porque no debe ser tan fea como imaginamos. Será, si llegamos a ella, tal y cómo la hayamos construido.

3 comentarios:

isabel maria dijo...

Me encanta, Isabel Agüera. Todos los días doy un repaso por si hay algo nuevo. Enhorabuena

Anónimo dijo...

Muy interesante tu blog navegando x ahi me encontre este blog con buenos tips para sentirse joven aqui les dejo la direccion
www.juventudesprimero.blogspot.mx

Isabel Aguera Espejo-Saavedra dijo...

Gracias, amigo, por tu comentario. Si te interesa el tema, tal vez te guste conocer mi nueva obra, titulada EL ARTE DE ENVEJECER. Un beso