Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

1 dic 2009

Ser maestro/a



Ser maestro de escuela es ser capaz de sostener en vilo, y sin que decaigan un ápice, las alegrías, las motivaciones, los intereses, los sueños de un niño.

Jamás un maestro debe consentir que un alumno se aleje de su lado, aunque sólo sea por unos instantes, humillado, triste, fracasado...

Los niños no son sumandos de una suma. Luego jamás debe colocárseles el signo del igual.

Todos los niños tienen grandes valores. Si no son apreciables a primera vista, habrá que buscarlos; jamás ignorarlos.

Cada niño tiene su propia cumbre. Ayudémosle a lograr que la corone. De lo contrario lo estaremos condenando a una escalada perpetua de fracasos, cuyas gradas, peldaño a peldaño, llevará grabado nuestro nombre.

Un maestro sin amor, es un pozo sin agua. Por mucho que intente sacar de él, los alumnos quedarán sedientos.

Un maestro no es el hombre o mujer que lo sabe todo y lo da a todos. Un maestro es el ser humano que, con humildad, sabe dar y recibir.

Un maestro es un hombre o una mujer capaz de generar cada día ilusión, creatividad y amor.

¡Animo, compañeros! No hay tiempos buenos ni malos; sólo distintos. Olvidar patrones y confeccionar una escuela nueva cada día. He ahí el secreto

2 comentarios:

concha dijo...

que palabras tan claras y a la vez bonitas, comparto cada una de ella;felicidades. Un saludo. Concha

Isabel Aguera Espejo-Saavedra dijo...

Gracias, Concha: Seguro que eres maestra y sabes tanto como yo de lo que hablo. Un beso