Mis pensamientos, poemas, cuentos... de Isabel Agüera

8 sept 2011

IN MEMORIAM

Rafael Agüera Delgado, un hombre
Isabel Agüera
Córdoba


Soy por igual del viejo y del joven, del necio y del sabio --canta el poeta--. Indiferente y atento a un tiempo con los demás. Maternal y paternal a la ves, niño y hombre. Formado de una materia tosca y de una materia delicada. Ciudadano de la Nación de muchas naciones, no menos de las grandes que de las pequeñas. Soy del Norte y del Sur. Soy indolente y hospitalario. Me encuentro a mi gusto en la flotilla rompe olas, navegando con todos. Compañero de barqueros y de mineros, compañero de todos los que se dan la mano: como y bebo con ellos. Aprendo de los simples y enseño a los más sabios. Con el color de todas las razas, el rango de todas las castas; todo linaje y toda religión son míos. Esto no es un libro --dice el autor de Canto a mí mismo --. Quien lo toca está tocando a un hombre.
No encuentro mejores palabras, ni más exactas para definir a Rafael Agüera Delgado, mi primo, que se nos fue días pasados, cuando ya los tonos amarillos del otoño van cubriendo jardines y paseos. Lejos de Córdoba, leí la noticia en el periódico y sentí dolor en el alma porque Córdoba perdía a un gran hombre, amigo de todos, católico de mucho más que palabras, familiar y "social", que no socialista --me decía él--, ayudó, colaboró, sirvió, amó sin distinción de colores ni ideas, perdonó...
Veterinario de profesión fue pionero en trascendentes estudios e investigaciones. Por eso, una vez más, en esta mi hora de la madrugada solo me resta por hacer lo único que sé y puedo: abrir el micro de mi corazón para que, como potente voz, proclame esta gran pérdida.
Sí, Rafael era, ante todo, eso: un hombre.

No hay comentarios: