14 dic 2014

Cuento de navidad para nuestros niños

Belen flamenco que estará expuesto en el Zoco de la jJudería. Todo manual. Idea de mi hija Isabel Mª. Trabajo de ella y colaboración del Centro y Padres

Un hombre que en el campo trabajaba / con una mula y un buey se ayudaba / pero los dos animales, ancianitos ya estaban / y las patas se le doblaban / a cada paso que daban.
¡Lo siento, amiguitos! –dijo un día-. / No me servís ya para trabajar. / Tendré que llevaros al matadero / y algún dinerillo por vosotros me darán. / No tengo medios para viejecitos alimentar.
Al ser de día, en la cuadra entró / y antes de salir, de nuevo les habló: 
Queridos animalitos: os debo mucho / tengo que reconocer / cada día me habéis ayudado / en mi duro quehacer. / Podréis por ello comprender / qué difícil me resulta esta decisión / pero no me queda otra. / También sabéis que mal anda mi corazón. / No puedo trabajar solo / quiero, necesito, otra solución.  

Y dicho esto, a la mula y al buey en un carrito cargó / y pasito a pasito / a las cercanías de un pueblo llegó / y sentándose en una piedra, se hizo esta reflexión: ¿Dos animales tan viejos quién me va a comprar? No sirven ni para carne, ni para trabajar / Será mejor que los deje en libertad / que hagan lo que puedan / y Dios les ayudará. 

Y bajándolos del carro de ellos se despidió. ¡Ea, aquí termina nuestra aventura! / Tenéis plena libertad / que habéis trabajado mucho / y de ella debéis disfrutar. / ¡Adiós, queridos amigos! / Os deseo encontréis algo de felicidad.
Anochecía, cuando el hombre se alejaba / y los dos animalitos uno a otro se miraban. Al fin la mulita habló: 
¿Y qué podemos hacer? / Para nada servimos ya / tendremos que caminar / y buscar un refugio / donde la noche pasar.
¡Sí, sí, qué frío hace en este lugar! –exclamó el buey- / Pero, ¡qué cansado estoy! / Muy lejos no podré llegar. ¡Ánimo, amigo! Despacito vamos a caminar / seguro que encontramos / dónde la noche pasar.

Mal andaban los dos / cuando, con la luna llena / divisaron un portal. /Era un abandonado cobertizo / con paja y poco más.
¡
Vaya! –dijo la mulita-. ¡No está mal este lugar / los dos juntitos nos daremos calor / Y ya buscaremos mejor sitio / cuando salga el sol. ¡Vale, vale! -contestó muy cansado el buey-./ No está mal / me muero de sueño / y mis patas no pueden más.

Y acurrucados y adormilados estaban / cuando oyeron que un murmullo de pasos se acercaba. / Con las orejas tiesas / en alarma estaban / cuando vieron llegar / a un matrimonio que en borriquilla montaban / y que despacito entre ellos hablaban.

¿Qué te parece, María, este lugar? ¡No está mal, José! En esta pajita nuestro niño nacerá Y estos dos animalitos / con su aliento calentarán.

¿Has oído, hermano buey –dijo la mulita-, lo que he oído yo? ¡Sí, sí! Creo que he oído bien, / que un niño nacerá / y que tú y yo con nuestro aliento / vamos a calentar.

Y nació Jesús, nuestro Salvador / La mulita y el buey su aliento dieron / y el portal se iluminó con estrellas caídas del cielo. / Ángeles, pastores y Magos a Jesús regalaron y los niños a coro este villancico cantaron:
En el portal de Belén / ha nacido el Salvador / ha nacido nuestro rey / lo calientan con su aliento / la mulita y el buey / ¡Ande, ande, ande, ande, / la marimorena / ande ande, ande que es la Noche Buena. Noche de saber / noche de cantar / que para prestar ayuda no existe edad.

( De mi obra, editada por Narcea, teatrito de Bichitos y otros.)




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